El blog de Uva, de Nina, de La Rancel, de como sea que me digan ahora... Se vale todo menos mala redacción o errores de ortografía.
miércoles, 29 de febrero de 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
Soy como Cristina en Casa
Este año es, entre otras, para aprender. Y me hice un cuaderno para tener donde anotar todo.
Casi 4 horas y 60 citas de mis libros favoritos, aquí está.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Soy masoquista, ¿y qué?
Lo que pasa es que yo me acabo de dar cuenta de cuánto daño me he hecho. De cuanto miedo tengo y de cuanto me cuesta atreverme a ser feliz.
¿Será que en serio decidí ser actriz por eso? Make no mistake, fue una decisión. Fue una decisión que fue eco de un deseo inmenso e inexorable y que era imposible negar, pero fue una decisión consciente.
¿Será que yo, Nina Rancel, mayor de edad y de este domicilio sigo queriendo ser actriz porque sé que todas las probabilidades están en mi contra? ¿Porque sé en el fondo que es muy probable que no haya esperanza? ¿Que todo lo que quiero hacer es prácticamente imposible? ¿Porque ganarse un Oscar es una posibilidad demasiado lejana and I hate myself just THAT much I frigging chose to pursue a lifetime of worthless effort that will never pay off? Es decir, did I choose to be an actress because I will never succeed at it? Do I hate myself that much?
No.
No. You don´t get to do this, Nina. You don´t let the missfortune of not being able to be with a guy you like make you question eeeevery other thing. All the things that make you who you are. That make you the awesome woman you are and the unfortunate guy who crossed your way.
¿Queda claro?
Sí.
Es bullshit. Yo no "quiero" ser actriz. Yo soy actriz, que no es lo mismo. No necesito salir en la televisión para ser actriz. Es más, salir en la televisión me pone más cerca de no ser actriz de verdad; si me pongo a contar cuántas de verdad actúan y de esas cuántas son de mi generación. El número no debe ser alto.
You don´t get to complain, bitch.
I should be able to c...
YOU DON´T GET TO COMPLAIN. Publica la mierda esta y ponte a leer, ya.
OK.
La culpa es mía
Por escoger mal. Por tener dos opciones y escogerte a ti. Por escoger mal, siempre. Todas las veces. T-o-d-a-s.
Por haber sido muy medida cuando he debido ser muy auténtica y por ser muy auténtica cuando he debido medirme.
Porque di 100% a quien no se merecía nada y nunca le he dado nada a quien se lo merecía todo.
Por estar emotionally unavailable cuando hombres maravillosos tocaron la puerta y por entregarme sin cordura a hombres generalmente mediocres e insensibles.
Por sentir cosas por las personas equivocadas y tomar de más durante las relaciones con los hombres correctos.
Por ver lo que quería en vez de lo que había. Por asumir verdades diferentes a las que los hechos gritaban solitos.
Por pensar cuando había que sentir. Por sentir cuando había que pensar.
Por darle rienda suelta a quien no merecía confianza y por confiar en quien merecía paranoia.
Por hablar de más a veces y por callar lo importante unas otras.
Por no saber leer a la gente como leo a mis libros. Por no saber mirarme en los ojos de hombres dignos y por evadir las cosas turbias de las miradas de los que nunca lo fueron.
Por confundir maltrato psicológico con una relación de adultos tolerantes.
Por tratar como niños a los hombres. Por tratar como hombres a los niños.
Por enamorarme tantas veces del mismo. Por terquear relaciones condenadas a fracasar y no darle a un chance a las cosas nuevas.
Por soñar con el mundo entero y conformarme con un parcela de tierra.
Por necesitar el universo inmenso y conformarme con un mediocre cualquiera.
Por protegerme de ellos… no. Por protegerme de mí.
Por proteger a los buenos de una tipa así.
Por seguir en el camino interminable y agotador que escogí para mí. Por lograr que lo que siempre he querido sea más importante que la necesidad de que un hombre me mire a los ojos y me diga que me quiere.
Por tener que prove a point.
Por ser yo en vez de ser el tipo de mujer que ellos querían para ellos.
Por esforzarme para ser lo contrario a lo que ellos querían.
Por nunca pelear por nadie como peleo por mí.
Por no saber cómo rescatar ni acomodar aquello que rompo con mis palabras cuando me pongo brava y suelto veneno. Por hacer daño y no saber repararlo.
Porque no es mi prioridad.
Porque no sé organizarme.
Por haber decidido que este blog es la relación más importante que he tenido y trabajar para y por él por más de lo que he trabajado en ninguna otra.
Por enseñar cuando tenía que aprender.
Por no saber tomar decisiones. Sobretodo esas decisiones que sé que me van a costar algo.
Porque el precio por amar, a veces, es sacrificar quien eres. Y no estoy dispuesta a sacrificarme.
Porque, en serio, ¿cómo se carga un bebé?
Porque nunca lograré querer a nadie tanto como me quiero a mí.
Porque era más fácil dejar que te fueras sin que me vieras llorar.
Por nunca estar en el lugar adecuado a propósito.
Por echarle la culpa al timing de mis deficiencias y de la mediocridad y crueldad general de los patanes que me han gustado.
Por no saber si quiero algo más.
Por no estar segura si me lo merezco.
Por miedo a desmayarme del dolor y el desamor de nuevo. Yo no puedo volver a perder nueve meses de mi vida llorando.
Por la certeza de saberme casi siempre, unworthy.
Por no querer, otras veces.
Por rehusarme a cambiar. Por no haber mejorado lo suficiente. Por no creerme capaz de aportar algo.
Porque nunca me han gustado los triángulos como figura geométrica. Mucho menos cuando se extrapolan a figuras metafóricas de la vida real.
Por querer enseñar cuando tenía que aprender.
Por buscarlos raritos a cuenta de que yo no me conformo con el “estándar preconcebido de belleza de nuestro siglo”.
Por haber amado carelessly hace tanto tiempo que no recuerdo cuando fue.
Por escoger mal, a propósito.
Por distraerme con todos los hombres equivocados esperando al correcto.
Por distraerme con los equivocados con la certeza de que el correcto tampoco será tal.
Por autoconvencerme con mis mentiras sobre un tipo y repetirlas hasta imaginarme que me creo que él es así.
Porque cuando no me quieren me hago daño. Y es mejor no ponerme en una situación en la que ese riesgo pueda correrse.
Porque no me sé enamorar. Porque es demasiado difícil dejarme querer. Porque quiero hasta que agota, duele, rompe, quema y hace daño y nunca me han querido así.
Porque no sé cómo dejarme querer. Porque no sé lograr que me quieran de vuelta los que quiero. Y cuando los quiero y me quieren de vuelta me sorprendo, me asfixio, me acuerdo, me autosaboteo y me voy.
Porque nunca regreso, dado que no sé cómo.
sábado, 18 de febrero de 2012
Será por descarte
No soy desleal.
No soy bruta.
No soy simpática.
No soy racional.
No soy traicionera.
No soy irresponsable.
No soy tetona.
No soy alta.
No soy catira.
No soy ordenada.
No soy egoísta.
No soy pesimista.
No soy celosa.
No soy racista.
No soy homofóbica.
No soy narrowminded.
No soy hipocondríaca.
No soy fan de las flores.
No soy hábil con las manos.
No soy tolerante.
No soy paciente.
No soy fría.
No soy Lisa Simpson.
No soy maleducada.
No soy irrespetuosa.
No soy frígida.
No soy desconsiderada.
No soy egoísta.
No soy floja.
No soy a morning person.
No soy infiel.
No soy interesada.
No soy hipócrita.
No soy fácil.
No soy fea.
No soy lenta.
No soy millonaria.
No soy dócil.
No soy obediente.
No soy ineficiente.
No soy malagradecida.
No soy buena en los deportes de raqueta.
No soy intelectualmente limitada.
No soy inculta.
No soy infeliz.
No soy precavida.
No soy cuidadosa.
lunes, 13 de febrero de 2012
Lo que pasó ayer me puso a soñar
Imagínense poder atender una llamada en el carro o sacar el celular para tuitear con indignación que había un papelito en la acera.
Imagínense pagar impuestos para educar niños, abastecer hospitales y tapar huecos.
Imagínense poder hacer Por El Medio de la Calle todos los fines de semana y ahorrarse los reales del biencuidao.
Imagínense poder salir solas de noche, sin depender de ningún tipo, buscar a todas sus amigas e irse a rumbear.
Imagínense poder elegir entre varias marcas de aceite. Imagínense poder decidir qué marca de tampax usar.
Imagínense conciertos de todas las bandas que les gustan, poder pagar las entradas y usar el Poliedro. Imagínense ver a Adele en el Teatro Teresa Carreño.
Imagínense un presidente respetuoso que sepa hablar y comunicarse con sus homólogos en inglés. Imagínense un presidente diplomático, que gerencie y negocie.
Imagínense toda esta esperanza para ustedes, sus hijos y sus nietos.
Imagínense darle la bienvenida en el aeropuerto a todos sus amigos y no tener que despedir a alguien todas las semanas.
Imagínense poder pronunciar el nombre de los hospitales, los ministerios, las escuelas y las universidades.
Imagínense poder alquilar un apartamento a los 26.
Imagínense que el sueldo les alcance hasta el 30.
Imagínense poder comprar una cartera que las enamoró.
Imagínense un gabinete compuesto por hombres y mujeres preparados.
Imagínense no tener que hacer una carpeta CADIVI más nunca.
Me voy a desmayar.
Imagínense pagar impuestos para educar niños, abastecer hospitales y tapar huecos.
Imagínense poder hacer Por El Medio de la Calle todos los fines de semana y ahorrarse los reales del biencuidao.
Imagínense poder salir solas de noche, sin depender de ningún tipo, buscar a todas sus amigas e irse a rumbear.
Imagínense poder elegir entre varias marcas de aceite. Imagínense poder decidir qué marca de tampax usar.
Imagínense conciertos de todas las bandas que les gustan, poder pagar las entradas y usar el Poliedro. Imagínense ver a Adele en el Teatro Teresa Carreño.
Imagínense un presidente respetuoso que sepa hablar y comunicarse con sus homólogos en inglés. Imagínense un presidente diplomático, que gerencie y negocie.
Imagínense toda esta esperanza para ustedes, sus hijos y sus nietos.
Imagínense darle la bienvenida en el aeropuerto a todos sus amigos y no tener que despedir a alguien todas las semanas.
Imagínense poder pronunciar el nombre de los hospitales, los ministerios, las escuelas y las universidades.
Imagínense poder alquilar un apartamento a los 26.
Imagínense que el sueldo les alcance hasta el 30.
Imagínense poder comprar una cartera que las enamoró.
Imagínense un gabinete compuesto por hombres y mujeres preparados.
Imagínense no tener que hacer una carpeta CADIVI más nunca.
Me voy a desmayar.