Hoy estaba en el Sambil. Tuve un día horrible. Había cola a toda hora y en todo lugar. Estoy enguayabada. Odio a los hombres. Peleé con Javier. Engordé de nuevo. El gimnasio es un robo. No tengo carro ahorita. Estoy fumando menos. Estoy arrecha con NYC. Estoy brava con el mundo. Entré a probarme como mil pantalones en Bershka hasta que UNO solo me quedó bien. Pero por supuesto muy largo. Agregué mentalmente 30 damned Bs Fuertes a la cuenta para mandarles a agarrar el ruedo. Y más caro del que estaba cambiando. Ni de broma. Entonces tuve que hacer la cochina cola del probador de nuevo. Me puse prejuiciosa: "será que TODA esta gente es chavista? porque coño, no puede ser que se vayan a llevar tooodo lo que tienen en la mano". X. Conseguí otro. Más feo que el carajo. Pero me entraba y el precio funcionó. Los 30 Bs. -hdp- fuertes extra por el ruedo siguen siendo aplicables. Cola para pagar. Como de concierto de Servando y Florentino. Y sí, mis prejuicios estaban en lo correcto. La que estaba antes de mí: 1 millón y medio de Bs. en camisitas. La que estaba antes de ella 700.000 Bs en unas botas y una camisita. GREAT! (No es hiperbólico con el mero fin de entretener a mis lectores. Palo y medio, y 7 tablas son los montos correctos). En ese momento, pensé: "qué te hace sentir mejor siempre? Bailar", dije yo. "Estúpida, cuídate" dijo mi cabeza. "Pero... zapatos!" dijo mi cabeza de nuevo.
Pareció una eternidad el recorrido por la escalera mecánica. Ahí no se puede fumar. Pero no importó. También, paranoia y dedos entumecidos por agarrar la cartera tan duro (estoy hablando del Sambil, gente).Tampoco importó. ALDO. Sí, en mayúsculas, ALDO. Todos ordenados. Saludándome. Invitándome a que me los pusiera. Todos de tacón. (Flats are not big on my book, you see?). Me probé como 6 pares. Es súper terapéutico. La diferencia entre el psiquiatra y ellos es 78.000 Bs, porque no pasas más de dos horas en el estacionamiento nunca. De todos los colores. Pero ninguno de menos de 10 cms. Estaba lista para irme cuando los vi. Fue difícil procesar y entender por qué no los vi antes. 12 centímetros y plataforma. Rosado moradoso. De patente. Cerrados y con una tirita flaquita en el tobillo. Mejor imposible! Hasta vienen con soporte para mi muy jodido pie! (Ilusa!) Me vieron como te ve del otro lado de la discoteca ese hombre que siempre te ha querido "jugar una vaina" . Me resistí. Porque sabía que iba a ser malo. Tan malo como el hombre del otro lado de la discoteca. Pero caí. Qué puedo decir? soy humana y caí. Siempre caigo. (Razón del mal humor on the first place). Me los probé. Caminé por toda la tienda. Si no hubieran sido tan altos corro sin cartera y sin bolsa hasta la seguridad del carro de mi mamá.
Me los llevo. No. Me los llevo. No. Me los merezco. No you most certainly not deserve them! Sí. No. Em, si cuestan menos de 300.000 Bs. me los llevo. No como por una semana en NYC, y qué? Voy a tener los zapatos más lindos de toda la ciudad. Plomo!
Lo volteo cuidadosamente y se los entrego al señorito que me atendió. 600.000 Bs.por el pecho. Más arrecha todavía de lo que llegué a Aldo, salgo de ahí. Terapéutico un coño.
Y ahora, para poder contar mi aventura, para que alguien me entendiera al ver las fotos de los zapatos del amor me meto en la página de ALDO. Allá cuestan 49.99 $. Espero que cuando llegue a NYC (si es que llego algún día, el coño de la puta madre), quede un par de mi talla.
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