Nights Are Just Harder.

A Victor, que se enteró primero!

Durante los días tienes trabajo, universidad o algo. Durante los días, tu mente está ocupada en otras cosas. O por lo menos intentas. El problema son las noches. En las noches piensas en ti, en tu vida y/o en él o ella. Durante las noches la viuda llora a su marido silenciosamente tapándose con la almohada para que sus hijos no la oigan. Durante las noches los enguayabados salen a beber. Pero no se puede beber todos los días, aunque así se quiera. ¿Por qué? Porque hay días de mentes ocupadas cuando se abran los ojos. Las noches en las que no se puede salir son duras. Son muy duras para todos. Las estrellas se burlan de ti y de tu miseria y por alguna razón extraña no te tranquilizan como antes. La luna se ve poco. Pero cuando se ve la muy coñoemadre hace que te acuerdes de noches mejores y la odias por eso. Y los grillos o las chicharras o lo que sea que suena en la noche. El silencio coñoemadre que nos aturde también. Te maravilla lo bella que es pero quisieras poder compartir esa belleza con los que ya no están.

Cuando eras chamín, te escondías debajo de las sábanas para que los mounstruos no te pudieran tocar. Ahora te escondes debajo de las sábanas para que no te oigan llorando de nuevo. Ahora, arroparse hasta la cabeza no te da la misma tranquilidad. He ahí el problema. Has llegado al punto de no querer dormir, porque sabes que te va a costar muchísimo lograrlo y que vas a tener pesadillas toda la noche. Sueñas con estirar el día, con hacerlo lo más largo posible. Sueñas con agotarte física y mentalmente para caer rendida de una vez y sin pensar en nada. Esto nunca funciona.

Pregunta: ¿quién quiere hacer algo esta noche?