Quiero hacer lo que la gente hace para tener bebés con Ezequiel Campa. Pero sin bebés incluidos. Soy demasiado egoísta para ser madre y no quiero atar mi vida a una vaina que llorará hasta el día que me entierre.
Mi pregunta entonces es, ¿con quién tiene que acostarse una para acostarse con Ezquiel Campa? O mejor dicho, con el cerebro de Ezequiel Campa. Obviamente, el hombre está chévere. Pero no es eso. No es, lo juro. Es su humor hijo de puta y su amistad con la única caraja que está más loca que yo y que tuvo la idea de hacer en video lo que yo hacía en este blog. Nunca superaré que se le haya ocurrido a ella antes, lo siento.
Bueno, reservemos estas ganas de ser promiscua para él. Entonces no nos acostemos, hagamos todo como se debe. Compremos un pasaje en Lan-Chile, que creo que es una de las aerolíneas que salen de aquí vía Buenos Aires. Después habrá que comprar la entrada al monólogo que tiene con Male Pichot, no habrá necesidad de acostarse ahí tampoco. Evidentemente no voy a tener que pagar hotel, me quedo en casa de @laperfecta. Cosa que, de antemano, le agradezco. Después habrá que bajarse de la mula comprando vino y vino y vino, por aquello de la valentía líquida que necesita una mujer cuando va a regalársele a un hombre cuyo ingenio fue suficiente para seducirla. Así no los hacen en Venezuela. Ah, no, mentira. En Argentina el vino es re-barato.
Aparte de haber participado en la versión masculina de Mentes peligrosas, Macho que se respeta, Ezequiel tiene una súper carrera actoral en Argentina. Digo “aparte” porque esos segmentos no le hacen justicia. El guionista que escribió Mentes Peligrosas evidentemente era hombre y la actriz seguro era graduada de colegio de monjas que no le pudo aportar mucho… bueno, eso no es excusa. Yo soy de colegio de monjas y mi mente es mil veces más peligrosa que esa. Cuando escribió Macho que se respeta, ya se le habían acabado las em, em, ¿ideas?
Yo necesito que Ezequiel Campa me dé, mínimo, unos besos. Que me pegue contra la pared y me deje clavarle las uñas en la espalda. Esto suena a canción de la Shakira que no me gusta, pero es así. Que me agarre el pelo y me lo hale. Que me diga “vámonos de aquí shá” y que no lleguemos al cuarto, necesito yo. Que me pegue contra la pared y me pase la mano por la espalda. Eso sí, que me hable. Me tiene que hablar. Decir: “¿tú, shó, un cuarto shá. ¿Querés? ¿Venís?” Hay momentos en los que calladitos nos vemos más bonitos, pero cuando alguien tiene ese acento es una desgracia desperdiciarlo. It really works for me. Antes de que me termine de preguntar, le brinco encima. Quiero que me meta mano. No necesito que me saque a pasear, más bien necesito que me encierre. Necesito que me diga que la falda que estoy usando se ve más linda en el piso. Necesito que me muerda y no se decepcione de que no tengo tetas. No hay problema porque yo no ando por la vida con push-ups ni relleno, precisamente para no decepcionar a la hora del té.
No es que yo quiera acostarme con cualquiera, no. Es que yo quiero meterme en la cama de Ezequiel Campa.
La pasión!!Muy bien!!
ResponderEliminarY eso que hay dos "15" ?
Si Campa es tan egòlatra como parece y termina en este post por estarse autogoogleando yo tengo que dejarle algo claro:
ResponderEliminarYO LO VI PRIMERO.
Es más!! me vine a esta ciudad, entre otras cosas, para tener el chance de tropezàrmelo en algún lado.
Lo fui a ver al teatro y cuando salí y lo vi en la puerta me quedé tan loca que no fui capaz de pasar la verguenza de pedirle una foto.
Me desvelo solo para leerle la novelita q escribe en twitter y que es genial. Vi Todos contra Juan sólo por él. Y miles de etc.
Deja de ser rajuñarepa, Andreína Rancel!! que ese hombre es MIO!!
Ok... ese hombre es suyo.
ResponderEliminarCuando termine con él me lo pasa y ya, no entiendo cuál es el gran problema. Jaaajajaja
Buen post, la parte del acento me encantó! mi protesta ya te la imaginas, los chamos no son vainas.
ResponderEliminarpor cierto me gusta el fondo blanco!
ResponderEliminarClaro Ira, entiendo que siendo mamá no se puede decir que un hijo es una vaina. Si fuera mamá no lo diría, evidentemente peeeero como yo no soy mamá, tengo ciertas licencias jejeje.
ResponderEliminarYo odio el fondo blanco. Nina is black and grapey. Pero I'll get used to it because bald people know how to do that: get used to things they don't like!
ResponderEliminarCould care less about Ezequiel Campa. Love lots, tots.