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No he podido escribir del fin de Harry Potter ni de la película ni de nada relativo porque sé que va a doler muchísimo y no estoy lista. Además, no sé por donde empezar.

Amo los planes del Cambalache, me gusta saber que es una lotería y que cualquier cosa puede pasar. Me encanta saber que hay gente a quien le encanta leer y que no estoy sola en toda mi gallitud. Ojalá fuera más masivo. Ojalá los chamos entendieran que leer es divertido y que no lo asociaran con una obligación.

Soy más intolerante de lo que creo ser. Y más pajúa de lo que hago notar.

Ayer perdí horrible en el juego de los punticos y armar cuadros línea por línea. Controlé mi ataque de arrechera porque fue mi culpa por no fijarme en lo que estaba haciendo. Básicamente le regalé el juego.

Este fin de semana aprendí que lo del cubo de Rubik no tiene tanto que ver con inteligencia como creí y ahora me siento menos Kerly Ruiz. Respiro aliviada.

Hace unos meses me dio por ahí. Jugar Rubik´s Cube. Sólo pude armar tres caras. Estuve una semana tratando y eso me hizo sentirme brutísima, de verdad. Una vez que logré tres caras, me dio paja seguir intentando porque no quería deshacer las logradas.

Cuando era chiquita me comía las uñas. Y con chiquita me refiero hasta bachillerato.

Ya le compré las cuerdas nuevas a la guitarra y el sábado me aprendí Someone like you de Adele. Eeeemmm, ¿cómo les explico la emoción? No puedo. No es tan difícil como pensé. Bueno, no sé si me la aprendí. La prueba de fuego es hoy, a ver si mi memoria de mierda pudo retener algo.

Cuando me estoy acostando a dormir se me ocurren los mejores posts. Y la mañana siguiente claramente se me olvidó. El problema es no terminar de aprender la lección: tengo una libretica encima de la mesa de la noche y al lado un bolígrafo. USE IT, bitch.

Necesito que terminen de ver Harry Potter para poderla comentar libremente.

Empecé a llorar en la primera escena. Sí. Y paré pocas veces hasta el final. No me da pena admitirlo. I heart a fictional character THAT much. Yes.