domingo, 26 de febrero de 2017

Chuchú de pensamiento de la noche más importante del año

El miércoles voy a mi casa y no puedo dejar de contar las horas.

Un domingo perfecto se traduce en lo que estoy haciendo ahorita. Por primera vez, no mentira, llevo varios domingos buenos aquí. Me emociona salir de la cama para ir a ver la ceremonia de los premios Oscar.

Nina y Oscar forever. Si Dios quiere antes de los 40, pero no estoy apurada.

Cuando me nominen la primera vez sé hasta cuál es el caption de la foto de Instagram que voy a montar en la limosina para allá: pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.

Como ven, he pensado en esto muchas veces.

He pensado en esto muchas veces. Muchos días, muchas horas, muchos años, muchos meses. Verso sin esfuerzo.

Muchas mujeres que conozco pueden describir cómo va a ser su vestido el día que se casen. Yo puedo describir el primer vestido de la primera nominación y el vestido de cuando me lo gane. Me imagino que no me lo van a dar a la primera, porque mira, ni Viola Davis.

Hoy estrené una pantaleta verde. Hay que cambiar, nunca había tenido pantaletas verdes.

"You went in and my heart went BOOM."

El jueves entendí algo sobre un bit que estoy haciendo de Tinder. No todo el mundo tiene Tinder y de verdad no entienden qué es. Claro, hay muchos que mienten al respecto, pero de pana como que la mayoría no lo entiende. Entonces tengo tres días escribiendo premisas y remates para explicar al común denominador qué coño es Tinder, para que después a Pedro Plomero y Ana Ama de Casa se rían con los chistes de por qué estar ahí.

Ah, perdón, no lo entendí sola. Me lo tuvo que señalar un amiguito de Probando Material.

Tengo tres días dándole vueltas a la vaina y sólo se me ha ocurrido un buen chiste al respecto. Chicaparaqueporfa nos expliques cómo quedaste en Comedy Central.

Una de las razones por las que no doy con el chiste es porque escribo con el soundtrack de Hamilton de fondo y obviamente me disperso cantando, practico para cuando quiera que Dios me ponga en el camino de Lin Manuel Miranda para audicionarle que si LIVE y después recibir mi Tony.

Me imagino que el Emmy me lo ganaré por un sitcom. O por escribir el mejor sitcom para jevas como yo y darle esperanza a las solteronas. Esperanza y risas, no pido más.

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