lunes, 18 de septiembre de 2017

Explicación práctica de Venezuela para no venezolanos

Llegué el 6 de septiembre con menos de 50 dólares. Me he hecho manos, pies, corte de pelo, un mercadito de chucherías, he comido sushi y en dos restaurantes, he pagado tragos y cigarros. Tengo casi dos semanas aquí y todavía me queda plata.

Antier hice 45 minutos de cola en el cajero automática para sacar menos de 0.25 dólares.

Menos de 50 dólares al cambio, son números de seis cifras entonces crees que eres muy rica, pero casi todo en la calle, las comidas, los tragos, las cuentas son números de cinco cifras en adelante.

Todas las calles tienen huecos. Todas. Las autopistas, los callejones, las calles principales, todas. Algunos huecos estaban ahí, otros huecos son nuevos. De casi todos me acordaba, pero esquivando los viejos caigo en los nuevos.

Un caucho cuesta casi dos salarios mínimos.

Harry Potter and The XXI Century Socialism es el título de cómo la gente hace magia para sobrevivir con esta hiperinflación.

En los mercados se consiguen frutas y verduras. Calle, huevos, pollo, pescado, arroz, harina PAN, aceite, desodorante, pasta de dientes, pasta se consiguen más fácil en el mercado negro que en cualquier cadena, pero evidentemente es mucho más caro.

En Venezuela con 500 dólares vives tres meses como un pran. Un pran es como un jeque malandro cuyo reino y territorio se sostiene en haber sido el más delincuente del barrio.

No he visto tantas prepagos, me imagino que todas emigraron. Vender la chocha en Bs no es un buen negocio, mishijos.

Estando en Venezuela, extraño a Venezuela.

Mi maleta estaba compuesta por: seis kilos de arroz, tres kilos de detergente, seis jabones, afeitadoras para el amigo de un amigo y tres kilos de medicinas. Lo demás, fue la ropita que me cupo. Diez outfits para rotar en 21 días.

Vine con sobrepeso en la maleta y mi cara de tragedia fue tal que el señor del counter me dijo: "tranquila, yo sé cómo están las cosas en Venezuela." Y me dejó pasarla sin pagar. Como Blanche Dubois, I rely on the kindness of strangers y la agradezco.

Vine para acá y que a recargar pero voy a salir deprimidita. El país está muy mal. Peor de lo que uno se entera estando afuera.

¿Cómo cambio esto desde allá? Tengo trece meses perdida.

Veo a la gente infeliz, amargada, preocupada y miserable. Nadie es optimista ya.

¿Cómo cambio esto desde aquí? Tampoco sé.

La gente que crucifica a la MUD es estúpida y malagradecida. Claro que no son perfectos, pero en estas condiciones desiguales es de brutos decir que son yq unos vendidos. Todos sabíamos que en algún momento íbamos a tener que sentarnos a establecer condiciones.

Igualito voté en primarias, igualito votaría en las regionales si puedo venir.

Este post será actualizado during my stay.


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