lunes, 28 de diciembre de 2015

Es diciembre y por eso I overblog "lessons learned"

Este año aprendí que sólo la disciplina y el trabajo duro sirven de algo. Que la vida se trata de ser tenaz y de nunca rendirse. Todo lo demás es bullshit.

Aprendí que hay reggaetones demasiado buenos pero que cuando más me gustan es cuando los reescribo para la rutina de stand up, para entretener a los demás y reivindicar la condición femenina para hacer reír. Igual amo bailarlos y oye, cómo lo logro. 

Aprendí que los procesos tienen que seguir siendo el foco. 

Aprendí que hay gente con la que tengo bolas y con la que no. Aprendí que si no quiero ser infeliz en algún proceso actoral lo que tengo que hacer es abrir la boca y que a veces si no la abro, no voy a tener derecho a pataleo. Punto. 

Aprendí que los mejores amigos se consiguen en la periferia del teatro caraqueño. 

Aprendí que si no me siento a calentar la silla, no me voy a sentir validada ni respetada como escritora. 

Aprendí que a veces la gente es fea porque es mala, pero que hay gente que es muy bella por dentro y no necesariamente porque sean malos on the inside. 

Aprendí que no soy fan del volumen, como una tía que pide que bajen la música y porque el volumen alto te hace subir la voz para que te escuchen y te vuelve mierda las cuerdas vocales. 

Aprendí que a los amigos hay que dejarlos ir. 

Aprendí que el universo manda señales y enseña lecciones siempre, sólo hay que estar atenta a ellas y no luchar contra lo que te quiere decir. 

Aprendí que necesito poco para ser feliz. 

Aprendí que hay gente cuya opinión sí me importa. La lista no es larga, pero igual hay opiniones válidas y críticas constructivas que no puedo ignorar si quiero mejorar y trascender. 

Aprendí que siempre quiero mejorar y que vine al mundo para trascender. 

Aprendí que no soy ni nunca podré decir hablando en serio "chica, para que porfa" o "bendecido tal vaina." 'Cus I ain't Nina from the hood, I am Nina from el Mater. 

Aprendí que mientras más lea, más feliz soy. 

Aprendí que no todo puede ser trabajar, que tengo que seguir striving for balance. 

Aprendí que mis manos son claustrofóbicas y no aguantan muchos meses encerradas en el puño de alguien más. 

Aprendí que I have to speak up. Sí, ya dije algo parecido pero tengo que volver a escribirlo para que no se me olvide. 

Aprendí que huevear en Internet es bueno para mi creatividad, pero que tengo que regular cuántas horas "trabajo" y "busco inspiración." 

Aprendí que una puede querer mucho a alguien pero cuando no te quieren devuelta, no puedes forzarla. Decía Frida "donde no puedas amar, no te demores." Bueno, yo no me demoro más. 

Aprendí que sigo odiando el timing, pero que las cosas llegan cuando uno está listo para recibirlas no cuando me da la gana. 

Aprendí a vivir con la adultez y la distancia. Mis amigas no están aquí, el hueco no se llena con nada más sino con ellas y hay que aprender a vivir con él mientras vuelven. 

Aprendí a no parar. A no pararles. A practicar Mirá De Quién Te Burlaste Vos, porque nunca sabes cuando vas a decirlo. 

Aprendí que hay gente sobre la cual no vale la pena bloggear. 

Aprendí que siempre habrá directores que se van a aprovechar de su condición de director para meter their dicks in their stories y eso está bien, si hay pendejas que van pendientes, pero que si tu coguionista es una feminista que es una buena actriz y una hueva pelada dialogando fucking deja tu pene fuera de la historia porque ella es capaz de quemarte viva. 

Aprendí a rodearme de gente mejor que yo. 

Aprendí a no confrontar pendejos, porque gasto energía y mi energía y mi tiempo son mi capital, ergo hay que administrarlos. 

Aprendí que si no quieres escuchar la respuesta, no puedes hacer la pregunta. 

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