Psycho-análisis.

- Cómo está, señor Psiquiatra.
- Bien Andreína. Siéntate. (Inmediatamente pone una caja de Kleenex encima de la mesa).
- (Con cara de asco y adolescente rebelde al mismo tiempo) Bueno, no soy de esas de llorar en frente de desconocidos y estoy aquí sólo porque mi mamá no me aguanta, pero gracias.
- Hmm. A parte de eso, ¿qué te trae por aquí?
- Salgamos de esto. Tengo cuatro personalidades: La Rancel, Nina, Uva y Andreína. No se preocupe que a todas las sé meter en cintura y cada una aparece cuando le toca. Tengo un problema de bebida. El problema no es que me controle, porque no me controla todavía, el problema es que no tengo un ron en este momento... y como básicamente le voy a contar mi vida como si fuéramos BFFs pues es necesario ¿no? Uno habla con sus amigos con botellas de por medio, digo. Soy una persona demasiado extrovertida y social. Nunca he estado en un noviazgo normal. No me quiero casar ni tener hijos. Eso horroriza a mi familia por parte papá. Jajaja. Creo que lo digo, subconscientemente, sólo para hacerlos arrechar más y más hasta ver el glorioso día que dejen de hablarme y me dejen en paz. Tengo tantos amigos y amigas que a veces es difícil seguirles la pista y apoyarlos a todos al mismo tiempo. No me preocupa eso de herir sensibilidades y digo las cosas clarito y raspado siempre. Diplomáticamente cuando se puede...

(Cuarenta y cinco minutos de habladera de paja después)

- No necesito labias para darme los besos con el primer idiota que se voltee a verme, soy cero exigente con mis arrejuntes pero extremadamente exigente con cosas de "sentimientos." Odio esa palabra por cierto. Gracias a Dios, la que inventa, manipula, miente, enreda y mete la labia siempre soy yo. Pero x, nunca tengo novio pero siempre zampes, por eso de la exigencia. Zampar es un win-win. El tipín le podrá decir al mundo que Andreína Rancel, ganadora del Oscar, se dio los besos con él, o tiró, porque usted sabe como son los hombres de mentirosos con esas vainas. No me importa. Yo gano porque mato el queso o la ansiedad o lo que sea que me haga ser así en una hora. Listo el pollo. Soy demasiado relajada, pata de bola y open minded con eso. Además...
- Sabes, te voy a interrumpir. Hasta la niña más open minded, quiere un hombre que la lleve, la busque, la traiga, la invite, le diga cosas bonitas, la abrace y le compre cosas. Siempre quieren una relación. No importa que le digan al mundo lo contrario.
- Un placer. Le dice a mi mamá que vine para que no me regañe y le manda la factura a ella porque de mí no va a obtener un centavo. Usted podrá tener un título en esa pared, pero no tiene idea de lo que está hablando. Bien idiota por cierto escoger Psiquiatría después de 6 años de pestañas quemadas, cadáveres disecados y heridos de bala, pero ése es su peo. La comprensión de la mística femenina se escapa de su alcance. Yo no quiero una relación. Yo no quiero compartir mi vida con alguien que me deje por una mujer 20 años menor, después de una casa, cuentas de teléfono, 25 años de casados y una minivan. Yo no quiero presentar a nadie en mi casa. Yo amo mis lunes de cine sola. Amo montarme en mi carro, buscar a mis amigas e irnos a tomar a alguna parte. Yo amo mi libertad y mi independencia. No soy enrollada. Sé conjugar el verbo "zampar" y sé que en el futuro o ante futuro del mismo no existen las llamadas telefónicas ni el cine. En mi vida no hay espacio para dos personas, o sea, pa´mí Y pa´un tipo. ¡¿ Cómo va a haber espacio, si de vaina cabemos las cuatro?! Váyase a Quelasputas que nosotras nos vamos a tomar.