Sin embargo, creo que ya di con la palabra del año. La primera opción era Libérate 2011. Lo que pasa es que no es así como muy groundbreaking que se diga. Al fin y al cabo, voy por la vida haciendo y diciendo pretty much whatever I want.
Disciplínate 2011 me gusta bastante porque es la continuación del legado de Enfócate 2010. Puedo partir de todas las cosas que hice pro-carrera de Nina y seguir trabajando con esa base que, modestia aparte, creo que es más sólida que nunca.
Me parece apropiada por eso que dicen de: If it ain´t broke, don´t fix it.
Feliz año para todos.
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