Alerta, Alerta

Muchachos, se acabó lo que se daba. El último que salga por favor que apague la luz, cierre las ventanas y desenchufe la tostadora. Hoy estaba tranquilamente (es decir, dopada) en mi carro (porque tengo un virus y cargo más pepas en la cartera que Karen Walker) escuchando radio.

"Fuck," pienso en voz alta. "Un reggaeton nuevo." Como el reggaeton es misógino en mi carro no se escucha, punto. Regla criticada por amigas y hermanitos en múltiples oportunidades, obvio, pero es una regla verdaderamente inflexible y la única excepción del dicho que rza que toda regla tiene su excepción.

A todas estas empieza a eeem... cantar? uno de estos jevos flacuchento-reggaetonero-nacional-me-creo-50Cent. Me doy cuenta de que está "recitando" Neruda. Esto es suficiente para que yo no cambie la emisora y empiece a escuchar el contenido de este reggeaton medio baladoso. Los hijos de putas adaptaron un poema de Neruda (15), más dos de Benedetti más uno de Andrés Eloy Blanco en un reggaetón. Es decir, hicieron copy paste, los acomodaron a su antojo e hicieron una especie de canción que --júrenlo-- es ya la más dedicada entre los quinceañeros de Cotiza y Petare.

Queridos Franco, Oscarcito, Chino y Nacho (cualquiera que haya sido el autor): respeten aquello de lo que no saben nada al menos, carajo. Pónganse unos patines y estréllense contra una gandola en la regional del centro. Gracias.