Me acuerdo de la primera vez que escribí un post aquí. Yo no sabía que los blogs son, y deben ser siempre, un espacio para opinar sin editarte. En ese post mediocre le daba las gracias a los que estuvieran leyendo, a Eu y a alguien más, que debe haber sido mi mamá o algo así y les daba la bienvenida.
La verdad es que mi mamá tiene poco que ver con que a mí me guste escribir. En todo caso, debería darles las gracias a mis pitás que siempre me regalan libros (mis pitás son mis tías y nunca he hablado de ellas aquí porque son TAN geniales que no sabría por dónde empezar). Lo que pasa es que mi mamá es ingeniero y cree en dos cosas en la vida: en la belleza y lógica de los números y en el poder de la Virgen María. Ironic, I know. Los libros son para ella un de vez en cuando.
Me desvié. El tema es que a mí siempre me gustó escribir, como consecuencia de que siempre me gustó leer. Creo que hay dos posts en todo el blog que verdaderamente escribí para que alguien los leyera. El primer post de todo el blog; porque nadie nace aprendido y el segundo, que tiene un título súper misterioso como "Este Post Es Para Ustedes," que fue escrito desde lo más oscuro del hueco que me permití a mi misma cavar para ir a descansar de una vida amando a un huevón.
De resto, este blog es para mí. Si me han leído lo suficiente saben que, este blog es para mí. Es mi casa, mi refugio, mi vida, mi hermano, mi comfort zone y mi cuarto todo al mismo tiempo.
Todos ustedes que hayan leído alguna vez, están súper bienvenidos a conocer quién soy. Ojo, yo no soy sólo las letras que pongo aquí. Siempre hay más. Donde sea que mires, siempre hay más de lo que tus ojos alcanzarán a ver. (O a leer, en este caso).
Por favor, nunca crean que pongo los pensamientos, sentimientos, discursos, regaños y quejas aquí para que a ustedes les guste como escribo o para caerles bien. De hecho, están bienvenidos a decir que no les gusta. En la historia de este blog, se han borrado sólo tres comentarios de un psycho que era borderline pedófilo. Es que yo tengo cuerpo de niñito, es por eso. Y porque él está loco, pero eso es otro tema.
Me han dicho desde loca hasta mala escritora. Me jacto de estar loca y sé, que mala, mala, maaaala así como Stephenie Meyer o Gabriel Torrelles, no soy. Lo único que no me han dicho es bruta. Porque es lo único que no tienen con qué respaldar. Así haya estado en ese escaparate--disparate también-- de concurso llamado Chica E! Venezuela.
Yo guardo en mi memoria--que bien mala que es--todos los comments de apoyo de cuando estaba mal con un cariño increíble. Yo atesoro todas y cada una de las palabras de aliento que me dieron hombres y mujeres desconocidos, conocidos y por conocer todavía. Yo estoy orgullosa de haberme convertido en lo que soy gracias a la oportunidad de expresarme libremente en este blog. Y estoy feliz de que este blog sea lo que es hoy gracias a mi incapacidad para esconder cómo me siento.
Yo extraño los Dealbreakers casi tanto como extraño bailar. Pero, como esta es mi casa y debe estar semipresentable porque a las visitas hay que tratarlas con educación, no voy a postear cosas aquí que sean malas o que estén teñidas de falsedad. No es un secreto que yo quiero, eventualmente y como complemento de mi kickass carrera actoral, ser una escritora seria a quien le paguen por hacer lo que ama; entonces no me puedo dar el lujo de tener cosas mal hechas por ahí.
Escribir este blog, hizo dos cosas fundamentales por mí. Una de las cuales, nunca había confesado acá: este blog me mató. Me ayudó a morir, pues. Poco a poco, pude enterrarme a mí, enterrarlo a él y a las cosas malas y buenas que no me dejaban pasar la página y seguir adelante. Creo que nunca nadie sabrá cuánto dolía poner todo lo que puse acá durante mi muy nefasto 2008. No es sólo el sentimiento lo que te mata. Era reafirmarlo en esta página también. Expresar tan fiel y verdaderamente lo mal que estuve le puso fin a esa Andreína a quien, honestamente, odiaba. El sufrimiento dejó de llevarse por dentro, sólo porque se llevaba por fuera también en este cuarto mío a quien le debo un cambio de nombre y de imagen. Ahora entiendo la belleza de ese acto. Ese acto de desprendimiento de quién eres para convertirte en quién serás. Cuando digo ahora, me refiero a ahorita. No lo había entendido hasta que escribí las últimas líneas, lo juro.
La segunda cosa, ya se sabe. Este blog me hizo revivir. Desde conseguir las ganas y el apoyo para echarle bola de nuevo hasta el sencillo hecho de type and type hasta darme cuenta de que volví a ser yo. Y en ese proceso te encuentras. Te mueres y vuelves a renacer, en serio. Por eso digo, que este blog brought me back to life, todas las veces que sea necesario repetirlo. Me salvó. Mi vida dependía de escribir cosas aquí y ahora, viva de nuevo, gira un poco en torno a eso.
Hay bloggers a quienes les gusta escribir para que los lean o que sencillamente escriben para que los lean. Y yo, súper metiche, cosa que me caracteriza, siempre les doy el mismo consejo sin que sea requerido de mi parte: escribe con pasión. Cuando algo está escrito con el alma, es más fácil que otra alma que esté flotando por ahí se conecte con lo que estás diciendo. Cuando escribes por escribir, sólo por postear ALGO, por hacer que los números del counter suban, se va a notar. Así, la gente no puede conectarse contigo y no van a comentar nada. Ever. Ergo, my fellow blogger, la meta de convertirte en el siguiente Perez Hilton nunca será alcanzada.
Para cerrar, porque tengo sueño, debo dar las gracias.
A Nina, porque eres mi favorita y sé que todas contamos contigo.
A La Rancel, porque eres quien nos saca de nuestros peos emocionales con multihuevones que have no business whatsoever being in our lives.
A Uva, porque nunca habría noches divertidas de acabar trapos sin que tú fueras semi-alcohólica.
A Andre, porque estás ahí, eres la mejor de nosotras y sobretodo, porque te dejas someter para que sigamos teniendo la fama de maneater y nuestra reputación se mantenga intacta.
Pero sobre todo a ti, blog, una vez más: por matarme y salvarme a la vez.
Por Perfecta, Toto, Raúl, Victor, Miss A y MdlA.
Por no juzgarme y dejarme ser quien soy todos los días.
Por tolerar mis cada vez menos frecuentes abandonos.
Porque sé que siempre estás aquí para ayudarme.
Por tener paciencia cuando se me olvida cómo carajo es que se monta una foto.
Porque somos tú y yo y nadie más hace falta.
Por dejarme practicar y pulir mi talento.
Por darme cachetadas de humildad cuando empiezo a agrandarme por el número en Google Analytics y recordarme lo que es esto y por qué es que lo hago.
Por reforzar la importancia del proceso, en vez del resultado.
Por mis casuales encuentros con la fama cibernética.
Por quererme incondicionalmente.
Por ser la relación más estable que tenido en mi vida.
Por no dejarme morir.
Por estar.
Por escuchar pacientemente.
Por calarte todos los cuentos cuando estoy semiterminando con un huevón que no era mi novio ni siquiera, para empezar.
Porque, te guste o no, me acompañarás hasta que me quede sin ideas o sin aliento.
Porque yo te abrí porque tenía cosas que decir. Y no sabes el valor que tienes por permitírmelo.
Gracias, blog, Feliz 3er Cumpleaños!
When God hands you a gift, he also hands you a whip; and the whip is intended for self-flagellation solely.
Truman Capote.