1. Recepcionista en Dr. Scholl. Prefiero morirme de hambre,dormir bajo un puente o en mi carro o limpiar los baños del Universitario que pasar tanto tiempo cerca de tantos pies.
2. Animadora de Sábado Sensacional: ayer tuve una pesadilla con Wiston Vallenilla. Era el animador de mi sueño. Lo primero que hice fue escribirle un mensajito al psicólogo y pedir cita para el jueves. Esto tiene que ser revisado. Sábado Sensacional se me incrusta por múltiples razones y si de verdad tengo que enumerarlas para que tú, lector, entiendas, creo que estás en el blog equivocado. Lo tuyo es Notituky.
3. Salvavidas: no soy la mejor nadadora del mundo, no soy fan de la arena y le tengo más miedito al mar de lo que pensé. Me di cuenta de esto el otro día en la playa. No es mi ambiente. Antes de que el tiburón me coma ya yo me morí de un infarto. Sí, sí, las posibilidades son escasas. Me vale. Soy una mujer acontecida, trouble finds me by its own little self.
4. Pescadora: ver punto 3.
5. Chavista: va en contra de mis principios. Fin.
6. Dealer: va en contra de mis principios también y no podría pasar tanto tiempo ansiosa pensando en qué momento me van a cachar o llega un junkie con un cuchillo a matarme. Además, sería la peor vendedora porque no conozco la mercancía. Si vas a hacer algo, hay que hacerlo bien.
7. Cat-sitter: me tienen que cachar bañada en sangre antes que ejerciendo este oficio de primer mundo. Leí hace unos días una teoría sobre la posibilidad de que los gatos tengan la personalidad incalable que tienen por la sencilla razón de que todos los felinos llevan en su código genético el outdoorsy lifestyle. Es decir, ¿por qué domar a quien no nació para ser domado? Los gatos son unos pajúos. Creo que tampoco sería dog walker. Eso de andar recogiendo pupú de un animal que no sea mío, así sea el boxer más bello del mundo, me suena en primer lugar antihigiénico y en segundo, ladilla.
8. Entrenadora de delfines: amo los delfines. Pienso que deberían dominar la tierra y me parece una gran ratada que los algunos tengan que estar encerrados en espacios tan chiquitos.
3 comentarios:
¿qué queda para los vendedores de helados playeros?
Esa tampoco me la compro.
Los "no" son un monton, más interesante es lo que quieres ser......
Jamás podría ser peluquera o encargada de una peluquería, ni trabajar en una peluquería haciendo cualquier cosa. Porque eso significaría tener que peasar todo el día ahí, escuchando esas típicas conversaciones de peluquería...
Y no, hermana, yo creo que me doy un tiro antes de completar el primer día de trabajo!
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