La verdad es que se puede.
El tiempo es un pendejo y quedó claramente establecido que no cura nada.
Uno tiene que querer curarse y es sólo ahí cuando uno se cura.
La verdad es que él no nos salvó.
Yo me salvé.
Yo decidí salvarme. Salvarnos.
Llorar todas las noches envejece a la gente.
Llorar todas las noches (menos 4 dates con Fulano) te jode.
La existencia de un nuevo huevón puede hacer que temporalmente olvides al que te tiene como te tiene.
Sin embargo, ahorita no existe ningún huevón en potencia.
Y ayer, con unos palos encima, llegué a mi casa.
A una cama sola.
Bueno, de cajón, vivo con mi mamá.
Pero entrar por la puerta del cuarto y ver la cama sola era lloradera instantánea.
Y ayer no lloré.
There is hope after all. Go figure.
2 comentarios:
Echa bien tu cuento. No lloraste porque alguien en un carro te cantò a todo pulmon: Santa Claus llego a la ciudaaaaaaaaad!!! en la mitad de septiembre
:)
(Sí, sé que es estúpido dejar como comentarion un freaking emoticon.... pero es que no tengo nada que decir sino que este post me hizo sonreir, y listo. Deal with it)
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