Yo entendí a @mdla00, a @marialedivagando y a @oraimar cuando escuché por primera vez a Linda Briceño hace dos años en un Paseo Los Palos Grandes. La presentó César Miguel Rondón y tocó el piano, la trompeta y cantó Amazing Grace. Solita. Ella. Es menor que yo, por no sé cuánto la verdad. Linda y yo nos hemos hecho panas. Nótese que yo a ninguna de mis panas le digo cosas parecidas a éstas, porque ninguna de mis amigas con excepción de @MariMarval tiene un talento del tamaño de Linda Briceño. Mi reputación es de ser fría, honesta y directa. De ser, en otras palabras, una hija de puta por decir las cosas como son.
La verdad es que la voz de Linda tiene un poder increíble sobre mí. Escuchar la primera nota de su trompeta me dio la certeza absoluta de que Linda va a llegar hasta donde se proponga y más. Yo nunca había escuchado a nadie cantar así. Mucho menos había visto como alguien dejaba de tocar piano, para tocar trompeta y dejaba de tocar tocar trompeta para cantar. La misma canción. Todo eso en menos de cinco minutos es una locura. Linda va a ser a la música internacional, lo que yo voy a ser a la actuación. Yo nunca había conocido a una mujer tan talentosa. Esta chama se sale de lote. Se sale y se pierde de vista. Ojalá se enamoren de ella como yo. Y no digan que soy musicalmente pichirre tampoco.
1 comentario:
La escuché por primera vez comenzando este año.
Me llamó la atención lo mismo que a ti, lo bien que canta y lo bien que toca la trompeta y el piano, así con toda naturalidad. Pero es que yo creo que si le da por aprender a tocar el banjo o el reco-reco, lo hará igual de bien, porque es de esta clase de seres privilegiados a los que se les desborda el arte.
¡Larga vida a los artistas que convencen y conmueven!
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