viernes, 25 de octubre de 2013

Querida Nueva York:

La última vez que nos vimos te hice una promesa. Prometí que la siguiente vez que te visitara volvería no sólo de visita. Te prometí que me iba a venir a estudiar, a verte, a estar, a quedarme a respirarte. Legalmente, obvio, porque soy demasiado pussy como para echarme al gobierno gringo encima a perseguirme y deportarme y no podría vivir con la paranoia cada vez que me cruzara con un policía. 

Esa promesa la rompí sin querer. Volví y aquí estoy, esta vez como una actriz que sólo es actriz. No una actriz que baila, estudia, trabaja, jode. Una actriz que sólo es actriz. Que es lo único que es y lo único que quiere ser. Quiero pedirte perdón por romper mi promesa, pero siento que así es que tenía todo que pasar. Con tantos años de recorrido encima, ahora sí estoy lista. Ahora sé que sí puedo. Claro, esto lo siento hoy que estoy aquí y estoy de buen humor y ayer tuve una noche buena. 

Quería escribirte para decirte que esta vez no voy a romper la promesa. Eres la entidad que más me ha roto el corazón. Me has hecho enamorarme demasiadas veces y eso tiene demasiado mérito. Siento que me extrañaste, I feel Wicked for the first time in a long time. Me siento contenta, libre y talentosa todo al mismo tiempo y eso sólo es por haber logrado caminar tus calles, ni siquiera me he montado en tus tarimas. Quería darte las gracias por esperarme. 

Esta oportunidad no la voy a desperdiciar, te lo prometo.

martes, 15 de octubre de 2013

No quiero seguir saliendo contigo

¡Hola!

¿Cómo estás? Bien. Te miré a los ojos y te lo dije. Nunca algo tan fácil me había parecido tan difícil. Nunca se me había hecho fácil algo tan difícil. Sí, soy una contradicción con patas. Nina, un placer, mucho gusto. 

Y vi que no te importaba, que te daba lo mismo y que para ti, estar o no estar era la misma vaina. Yo no puedo vivir así. No quiero vivir así. Quiero estar con un carajo que se muera por mí y yo quiero morirme por él. Quien sea que él sea, claramente no lo conozco todavía. Habrá alguna indigna que diga que he debido esperar un pelo y darle más tiempo, pero yo estoy en desacuerdo. Yo siento que you were just not that into me y la verdad es que me ladilló esperarte. Tenemos velocidades diferentes y me dio flojerita esperar que te pusieras las pilas. 

Esto no es nada más que una medida hiperegoísta de mi parte. Es mejor retirarme ahora, que todavía puedo irme sin dolor. Irme ahorita que no te quiero ni te necesito. Irme, antes de enamorarme. La mujer que soy es muy valiente para algunas cosas, pero sabe cuándo tomar el riesgo y cuál riesgo es el que va a valer la pena. Es una cosa de intuición, cosa que los hombres no tienen y por eso no entenderías. Claro, una no toma riesgos porque los demás lo hagan pero tampoco sería muy inteligente de mi parte lanzarme en benji con una cabuya artesanal, ¿no?

Hay una cosa buena de todo esto y es que tuve las bolas de decírtelo. O sea, cuando no quiero salir más con un tipo por la razón que sea (sin que haya ocurrido un dealbreaker demasiado descarado que tenga que decírselo en su cara) lo que hago es hacerme la huevona. Me desaparezco sutilmente, dejo de atender el teléfono, dejo de desear buenas noches y dejo de mandar besos por Whatsapp... I am just fucking proud de haber podido decirte como que mira, ya. Y decirlo bien. Decir que enough, that That was not working for me and that you were not working for me. No me estabas sirviendo porque no me estás trabajando. Where is the motherfucking romance? 

You just don´t want it bad enough, eso es lo que pasa. No hay nada más cuchi que un hombre que de verdad está interesado y que quiere enamorarse de la jeva. Se rasga las vestiduras y se pone cursi y hace grand gestures y busca y opina y quiere y trabaja activamente por la cosa. En tu caso, fue como todo muy "meh, ya estamos aquí". Si eso es ahorita, imagínate tú después de tres meses juntos (porque tres meses es un gran record para mí, que no entiendes. Las relaciones más largas de tres meses que he tenido eran con tipos que nunca valieron la pena).

Es verdad, a veces soy impaciente e intolerante, pero siento que esta vez no. Esta vez se trata de no querer esperar que a ti te dé la gana de lanzarte conmigo, porque tengo espejo en mi casa y sé que cualquier huevón debería darse con una piedra en los dientes si yo le atiendo el teléfono. Digamos que eres demasiada bomba para tan poco chicle y andabas como demasiado sobrado que si "aaaah esta jeva es chévere yo me voy a quedar aquí rondando hasta que me dé la gana de ponerme unos cojones y reciprocar así sea un pelo, pero bueno por ahora me quedo aquí confiado y listo" y a mí me ladilla eso.

Además, peleamos una vez grave en dos semanas y tu fuiste un patán la otra, entonces ¿para qué? No es un buen augurio, hemos debido dejar esa vaina hasta ahí la otra vez. Pero bueeee...

También pasa que es que yo he tenido demasiadas relaciones de mierda. Yo estaba dando todo lo que tu querías y tú no me estabas dando ni siquiera lo que yo necesitaba. AGAIN. Que fuerte darme cuenta de que I just keep falling for the same guy and being in the same exact relationship over and over and over and over. Siempre doy yo y nunca recibo, que huevo.

Fue la vaina más madura que he hecho en mi vida, creo. Tú decías que el espacio es burda de importante. Pero si el espacio lo que hace es que una esté en una relación mediocre, pues mira, no. Ahí tienes todo el espacio del mundo. Toma tu puto espacio. Tanto espacio que mira, ya ni me ves. Ni me verás. 

sábado, 5 de octubre de 2013

¡No soy Carrie Bradshaw!

–Tú sí sabes que no eres Carrie Bradshaw, ¿no? 
–WHAT? No, eso es imposible. 
–Nina, no eres Carrie Bradshaw. 
–Insisto, what?!

No entiendo nada. La sorpresa me pega en el pecho como un balonazo mal cobrado en una caimanera. Hmm, Carrie Bradshaw nunca haría esa referencia. Ahora entiendo. 

En mi defensa, mi fiebre Bradshiana ha bajado mil desde el estreno de la segunda película. Pocas veces el cine se ha equivocado y ha decepcionado a su fanaticada como esa, creo yo. Sin embargo, I do embrace que soy un producto cultural y un cliché porque por mucho tiempo Carrie Bradshaw definió mi identidad, mi manera de ver la vida y cómo me relaciono con los demás. Carrie Bradshaw éramos todas. 

Hay varias cosas que me fueron alertando sobre la realidad de no ser ella. La primera es que Carrie Bradshaw tiene la nariz horrenda y la mía parece la de la foto Después del cirujano, modestia aparte. Punto para mí. 

Otra cosa es que Carrie es la fashionista más célebre de la historia de la ChickLit y de la televisión y yo tengo el gusto en el culo. Mi interés por la moda es igual a mi interés por el estudio de la drosophila melanogaster, es decir, nulo. Soy muy buena para apreciar otros tipos de belleza, pero la moda no. Yo no entiendo a la generación de anoréxicas que ahora decidió que los estampados sí combinan, las revistas son muy caras y no voy a gastar mi cupo en eso. 

Carrie Bradshaw hacía plata escribiendo su columna. Hacía suficiente plata como para gastar 500$ en un par de zapatos Manolo Blahnik y tenía 40 pares. Sí, 40 pares. Este blog no genera dinero (y no tiene que hacerlo para que yo me siga dedicando a él) pero yo me siento afortunada si un día puedo pagar el una hora más de estacionamiento en el Millenium para ir a ver zapatos en la vitrina de Aldo o si tengo 200Bs que me sobren para tener la excusa de almorzar en el Líder y medirme todos los Steve Madden sin comprar ni uno. Carrie Bradshaw le regaló en la primera película una Louis Vuitton a su asistente. La mejor cartera que tengo costó 100$ y es de Guess. 

Carrie tuvo un mr. Big. Yo he tenido un Anticristo, un Yunque y una larga línea de huevones tan random que ni siquiera merecieron un sobrenombre. Carrie se moría por enamorarse y a mí esa posibilidad hace que me muera del miedo. Carrie´s heart skipped a beat cuando veía a Aidan y a mí me da un infarto cada vez que algún mediocre me dice que tengo el "cabello" (CDSM) bonito. Carrie was swept off her feet y yo no he barrido mi cuarto en semanas, cosa que hace que mi mamá me regañe todos los días. Carrie es huérfana, Dios la bendiga. 

Carrie Bradshaw tiene tres amigas amigas inseparables. Yo tengo máximo cinco, pero están todas regadas por el mundo y tenemos demasiado tiempo sin hablar. A Carrie una vez le terminaron con una notica escrita en un Post It. El último carajo que me terminó a mí ni siquiera tuvo las bolas de terminarme, tuve que escribirle yo un email para que me terminara. Aunque las recibiera tarde, Big le mandó a Carrie mil cartas de amor... a mí nadie me ha escrito ni un puto tweet en años. 

A Carrie la conquistan, la buscan, le caen, la sacan a pasear, la enamoran, la persiguen, la llaman, la invitan, la seducen, la besan, la desean, la reconquistan... ¿y a mí? 

No soy Carrie Bradshaw, pero a veces quiero serlo.