I am falling in love with a guy I know is going to break my heart.
Estoy lavando la ropa en un centro comercial en Bogotá mientras escribo. No es tan lejos de donde vengo, pero igual me sorprende el desarrollo. Puedes sacar la laptop en centros comerciales, la lavandería tiene wifi y cualquier vaina puedo revisar el teléfono sin miedo.
Quién iba a pensar que Venezuela estaría así de mal, ever.
Ayer tuve show de stand up en un lugar en Bogotá que se llama A Seis Manos. Al final de mis cinco minutos (es un show con muchos comediantes, pocos minutos cada uno) me dieron una premisa para improvisar remates sobre ella en el momento. Fue muy fino poder ejercitar el músculo creativo de una, sin tener tiempo de pensar. Algunos chistes sí dieron risa y me sentí muy orgullosa de mí.
Para todos los que todavía leen el blog pero no me tienen en Facebook, hay buenas noticias. Fui seleccionada para grabar en el especial de stand up que se hará en Bogotá, con gente de aquí.
Tengo desde el 12 de febrero que hicimos el casting para grabar imaginándome el momento de la llamada. Me lo imaginaba como el día que Bettina Sheperd me dijo que sonaba muy bien y que "obviously you know some music, too." Me imaginaba llorando por todas las calles de Bogotá, abrazando extraños. No fue así, fue anticlimático.
¿Por qué fue anticlimático?
Porque yo sabía que me iban a llamar. Nunca en la puta vida había hecho un show como ese.
Las cosas llegan a ti cuando estás lista para recibirlas.
Si no hubiera comido tanto mierda o si hubiera sido más fácil, sería inmamable como las estrellas fugaces de lo que quienes lo integran creen que es el star system venezolano. Pero como dice George Harris, salen de El Doral y se mueren de hambre.
Si no fuera por la diáspora producto del fucking chavismo, estarían ahí clavados.
Todos los días le doy gracias a Dios porque mis papás pudieron pagar la educación que me trajo hasta aquí y me dieron los valores que permitieron que no me traicionara ni los defraudara en el camino.
Hay una sola cosita que me hace una pendeja: me muero por verle la cara a la prepago que trabajó conmigo en una obra de teatro y después me dijo "extra de RCTV" creyendo que eso me insultaría cuando se entere de que voy a grabar en Comedy Central. La gente que se acostumbra a vender la chocha denigra el trabajo honesto.
He sido extra y no sólo me he divertido grabando, sino que además grabé videos de Instagram para que los demás se diviertieran.
El trabajo dignifica. Todos los trabajos, menos ese que hace ella.
Una vaina es ser prostituta como Fantine, que pasaba hambre y otra vaina es ser prepago como Yexflinkys que lo que quería era montarse en un yate todos los fines de semana.
Las feminazis que vayan a decir que cada una puede hacer con su cuerpo lo que le dé la gana, vayan a otro blog a crucificar a otra gente. Ella puede hacer con su cuerpo lo que le dé la gana, pero yo puedo decir en mi blog lo que me da la gana también: bien que ella sea prepago, pero que no venga a mis castings a decir que es actriz. Line is fucking drawn.
Tren de pensamiento, chú chú. Mi tren de pensamiento no es poético como el Polar Express, está en el dolor como los trenes del Metro de Caracas.
Se los digo FOR REAL, Nuvaring me desapareció las pepas locas que me empezaron a salir en la cara como consecuencia de mi pico hormonal de treintona.
Evidentemente Nuvaring no me paga por decir esto, porque they don't fucking need me.
No me consta que sea increíble como birth control, porque I don't get laid as often as I would want, pero por lo menos para la piel es mágico.
Soy un Adulto en Entrenamiento, porque todas las lavadoras me confunden y tengo que estar de-ma-sia-do antojada de ponerme equis camisa para dignarme a enchufar la plancha.
Sigo pasando por la ruta nutricional de: claras de huevo y frutas en la mañana, pollo a la plancha y vegetales en la tarde, mismo pollo pero con ensalada de cena y seis kilos de Nutella y pan a las once de la noche cuando la ansiedad y la presión de ser inmigrante se adueñan de mí.
Ahora por lo menos tengo la excusa de la presión de ser inmigrante. En Venezuela era por gorda e insegura.
Cuando estoy triste los domingos la ruta en YouTube–no estoy pagando Netflix por pobreza, uno nunca sabe cuándo va a necesitar esa plata para comer–es: videos de perritos, preferiblemente pastores alemanes RRD como D'Artagnan, entrevistas de Amy Schumer y Louis CK y monólogos de ceremonias de Ricky Gervais, Tina y Amy y Billy Crystal. Old school es mejor, por eso Billy Crystal.
Extraño poder pagar todos los talleres y cursos de Venezuela. Eso era en Bs. Y cuando no podía me los pagaba mi papá.
Paaam paaammm papapapaaampaaam papapapaaampaaam papapapaaaam. Adivinen qué canción es.
No me da risa.
Eso sí.
A la única persona xenófoba que me he conseguido en Bogotá le hice un show de tal magnitud que ella más nunca en la puta vida va a decir que odia a los venezolanos en voz alta.
Yo no estoy aquí por gusto, ah? Uno no se va de su país a pasar trabajo en otro porque las vainas estén pepa en la patria propia, idiotas xenófobos del mundo.
Acabo de aprender que decir "xenofóbico" es incorrecto según la RAE. Hablamos de las mismas personas que le quitaron la tilde a sólo y contra ellos me rebelé en ese caso, pero hoy no.
El día que empecé a modificar mi comportamiento y mis palabras cosas buenas empezaron a pasar. Lamento todas las heridas y el daño que hice en 2014.
A ver, sigo pensando que son mediocres, pero ya no se los digo. Ni a ellos ni a los demás.
Por cierto, yo no digo nada behind your back que no sea capaz de decirte en tu cara.
A diferencia de estos pendejos que ya empezaron a hablar paja cuando todos sabemos que me merezco esto demasiado. They got lucky, I got talent.
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