Estamos Hablando

- Hey, ¿cómo estás? Que bien que pudiste venir.
- Sí, vale, cómo iba a faltar. Estás muy bonita hoy.
- Jajaja, que lindo, un millón.
- ¿Quieres tomarte algo? Te invito un ron.
(El muy coño´e madre sabe perfectamente qué hacer para que yo me derrita. Alguien le vendió un Manual de La Mujer o qué??? Me dijo que estaba bonita e inmediatamente me preguntó si quería un ron... GRATIS!)
- No vale ahorita no, gracias.
(Pues no me vas a rascar, no me importa... dignidad! dignidad!)

Pasan horas y horas, en las que poco a poco te vas acercando más, rompes la barrera del tacto cuando algo que dijo en ese momento te pareció fucking histerical(que en realidad era una idiotez)y le pones la mano en la pierna, si están sentados, o en el brazo si están parados. No se hagan los locos, ustedes saben cuál es: la niña se ríe, cabeza pa´trás, y zas! palmadita. Obviamente no aguantaste dos pedidas (literalmente) y la segunda vez que te ofreció un ron, lo aceptaste. Por dos razones: porque el cuerpo te lo pide y porque necesitas toda la valentía.

- Quieres bailar?
- NOOOOOO! Muchacha bruta! You know where it´s going! No lo hagas, grita tu conciencia. Sí, claro - dices tú.
- Uuff, esta canción es demasido buena. Además, me recuerda full a ti.
Suena en el fondo "Ay niña dura/ quiero más que tu cintura"
- Jajajaja que gafo. (Pues aquí voy) Y porque eres una tarada le pones la cabeza en el hombro.

En cuestión de segundos, te da una vuelta y cuando una vez más caes en sus brazos, con 5 rones encima, el muy coño´e madre te da un beso. Te zampa... al fin y al cabo te zampa. Te lleva a tu casa o no, dependiendo de si sigue estando quesúo o no. Lo que puedes jurar es que la despedida (sí, mi amor, es una despedida, no lo tomes literal) va a ser:

-Un beso, estamos hablando.