Después de Colgar. Vol 1.

Llamó. No puedes creerlo. Corre coño ´e tu madre, porque obviamente por hacerse el duro te llamó una hora antes de que empiece la película. Y tú en vez de tener dignidad, le atendiste y dijiste que sí. Cuando lo que has debido hacer es decirle que estabas ocupada y dejarlo con las ganas.

Empiezas a distribuir el tiempo mentalmente porque en media hora están en la puerta de tu casa con reggaeton (o como sea que se escriba) a todo volumen y una pinta de esas que dice: "no me esforcé vistiéndome, pero mira como te tiemblan las rodillas igualito". X, no importa, tienes la pinta en la cabeza, y es menos difícil: te bañas en quince, te vistes y te maquillas en quince y todo bien. Right? WRONG. Porque este te gusta de verdad (eso dices de todos) y tiene que ser absolutamente perfecto. Te caes, te llevas la mesa, te pones los pantalones al revés, no consigues la fucking camisa que muestra lo que tiene que mostrar y esconde lo que tiene que esconder "¿Dónde coño la puseeee? Esta mierda da vueltas por el closet todo el tiempo y hoy no la consigo!" Te conformas con la segunda favorita. Eso sí, la mejor pantaleta y el mejor sostén... por si acaso. El bluejean de siempre, esté sucio o no. Mentadas de madre porque te metiste una rumba ayer y se te acabó el tapaojeras. Ya en este punto estás agotada física y mentalmente y tienes que llamar a alguien para que te calme y te diga qué carajo hacer con las ojeras y con la pepa que hace media hora NO estaba ahí, juras tú.

Beep, beep. Suena el celular debajo de tres montañas de ropa diferentes y tubitos de maquillaje vencidos y vacíos. JA! Lo consigues habilmente y le mientes a tu mamá: "sí, mami, lo dejé todo recogido".

A parte de haber dicho que su canción favorita (sin saber esto obviamente) era una mierda, el viaje hasta el cine transcurrió sin mayores problemas. En la taquilla, justo cuando en tu cabeza estás pensando de qué color vestir al cortejo, se voltea y te dice:

- "Bueno, dame los reales de la entrada, pues"