Sí, No Soy Cursi... ¿Y Qué?

A mí me parece fantástico que a ti te digan princesa. Me parece buenísimo que tú dejes que te digan corroncho. Me parece genial que uses la palabra "tiern@", cuando eres un hombre de 24 años. Pero, carajo, por qué los que andamos por la vida tratando de gozárnosla y tenemos nervio auditivo tenemos que escuchar sus idioteces?

Sí, coño estoy loca. Estoy loca... probablemente tu mamá también lo esté. Pa´ mí, ustedes están locos también. Que yo haga lo que me de la gana, causa el mismo efecto en ti que el que causa en mí el que tú mandes flores, reserves restaurantes, hagas cariñitos, digas gordo y pidas matrimonio guindado del teleférico, que vivas en un castillo, que tu vestido sea blanco, incómodo, te corte la respiración, strapless y parezcas un suspiro o un bollito mal amarrado (sin novio o con él). El efecto al que me refiero, por cierto, es ese que sientes cuando vas a vomitar (u know, the one with the arched back and very pale face). Tú, lo sientes cuando me ves de fiesta en fiesta sola un viernes en la noche y yo lo siento cuando la pea no es normal y cuando veo anillos de compromiso.

El problema es culpa de una cuestión de estereotipos: hay mujeres que hasta desde que pueden caminar son la Novia Natural. Hay mujeres que desde que juegan fútbol son la Mejor Amiga Rascada Haciendo El Papelón. (No se preocupen Novias Naturales que están allá afuera... a ninguna de nosotras nos interesa intercambiar).

Nosotras sí vamos a ser felices para siempre. Con nuestras velas, nuestros amantes, nuestros perros o nuestros gatos. Pero felices para siempre.