Y ya yo soy grande.
Prometo seguirte extrañando.
Prometo seguir pensando en ti hasta que un día me despierte y ya no lo haga más.
Prometo recordar cuánto nos queríamos.
Prometo recordar cuánto te quise.
Prometo acordarme de todo.
Prometo no odiarte por dejarme como me dejaste.
Prometo no reprocharte que yo te di todo pero recibí menos que eso.
Prometo portame como una mujer y no como una niña al respecto.
Prometo seguir adelante.
Prometo no darme cuenta del día que mejore. Pero prometo alegrarme cuando finalmente sea así.
Prometo agarrarte la mano y dejarte llorar cuando lo necesites tú.
Prometo que ésta sí es nuestra despedida.
Prometo no llorar. Prometo no llorar. Prometo no llorar.
2 comentarios:
mmmm... Ithink crying is not really that bad. I mean yo tambien odio llorar, me siento debil... Pero a veces es sano...
Qué lindura de post, Andre. me encanta. Y, como dice Lau, llorar no es tan malo. Yo soy una llorona de MIERDA.
Pero, hace poco, empecé una terapia llamada: Terapia Jack Sparrow. Consiste en ver todas las veces que puedad Piratas del Caribe (1, 2 y 3) e imitar a Jack, of course. Es decir, ser pirata. Hacer que las cosas ya no te importen tanto, tomártelas menos en serio. Y aceptarlas. ¿Qué otra cosa se puede hacer?
Además, ser pirata es extremadamente sexy... jujuju.
Love u, D.
Publicar un comentario