La primera vez que pensé de verdad mandarlo todo a la mierda fue cuando no quedé en la beca de NYU. La segunda vez fue cuando me la iban a dar pero la perdí por las lesiones.
La tercera vez fue cuando me fui seis semanas a NYC y como todavía creía que era fácil, que caminaría por las calles y alguien me iba a descubrir.
Las demás, no me acuerdo del orden, pero sí me acuerdo de los momentos.
Cuando entrando a un casting de gente que supiera leer música me pidieron la talla de sostén. Cuando nadie quedó en Blue Label, incluyéndome. Cuando Emma Stone se regresó a Boulder City. Cuando me quedaban 4000 pesos en la cuenta. Cuando me pidieron que anotara en la claqueta cuántos seguidores tenía en Twitter, Instagram no existía. Cuando eso importó más. Cuando me dijeron "tu casting fue uno de los mejores castings de la historia de este canal, pero quedó Ella porque es catira" y después a la catira le pintaron el pelo de mi color. Cada vez que siento que haber estudiado tanto no sirve de nada. Cuando Guaco viene a Bogotá y no sé si voy a tener la plata para pagarlo. Cuando no entienden la vulnerabilidad y sensibilidad. Cuando el público es taaan ignorante que se ríen en la parte más triste del dolor de tu personaje. Cuando el público se ríe por decir "pipí, culo, gay" en cualquier contexto pero no entiende "lolas cóncavas." Cada vez que entiendo cuánto me falta y lo lejos que se ve. Cuando cualquier excusa es buena para que quede otra, pero te llaman para decirte que el casting les encantó y que te tendrán presente para un papel más chiquito u otro proyecto. Cuando uno trata de hacer magia de niveles potterianos and yet you are not understood. Cuando sales a correr y entrenar pero no terminas de adelgazar. Cuando tienes 31 años y no terminas de entender por qué te haces tanto daño. Cuando hace tanto frío en Bogotá que no consigo cómo más arroparme. Cuando extraño a mi mamá, mi papá, mis hermanos y D'Artagnan. Cuando sabes que la plata no es todo, pero coño, cómo ayuda en la vida. Cuando it's been too hard for too long. Cuando no estás segura de si ha valido la pena someterte a todo esto por tanto tiempo. Cuando tienes que empezar de nuevo y piensas, coño por qué no me quedé en esa mierda haciendo comerciales?! Allá era alguien. Cuando tus amigas maduraron y tú no, sientes que es hasta infantil que sigas persiguiendo el mismo sueño y trabajando por la misma cosa desde hace tantos años. Cuando no sabes si estás bien tú y mal los demás o al revés. Cuando te miras en el espejo y piensas que no te pareces a las que hicieron Red Carpet ayer... esta es temporal, porque ni las que hicieron el Red Carpet ayer se parecen a ellas. Cuando no sabes qué más inventar. Cuando amas y aprecias lo que el stand up te dio, pero tú en verdad, en el fondo, lo único que quieres es ser otra. No ser la versión más cómica de ti, sino otra mujer. Cuando tienes demasiado que dar pero no sabes en qué escenario ponerlo. Cuando la suerte le llega a todo el mundo menos a la que más ha trabajado para tenerla. Cuando cualquier pajúo con una peluca de jeva hace un video que ni da risa y le dan que si un carro por intercambio. Y tú ahí con tu Chejov en la cartera... Cuando las referencias, la educación, la cultura, las ganas y la pasión no parecieran ser suficientes.
SONIDO DE FRENAZO.
Estás loca, marica. Sí, de pana que sí, no hay suficientes páginas en el blog para seguir describiendo todas las veces que ha sido horrible. Las veces que esta profesión ingrata te ha dado 023784892734892 lepes y te ha desmayado del dolor. Pero, Nina, mi reina, no estás tan mal como crees. Vas a grabar en Comedy Central y eso lo ve mucha gente. Vas a contar los chistes que tú quieras, para la gente que quiera verte. Tienes seis meses en un país que no es tuyo y has hecho cuatro comerciales, marica. Un poquito de perspectiva.
Un poquito de autoestima, también. Estamos mamadas. Molidas. Extenuadas. Muertas. Seh, pero no es distinto a Venezuela. Siempre has estado mamada porque siempre has sido impaciente. Siempre has querido ese Red Carpet más que nadie que conozcas. Tu cuerpo de energía cuasipepera fue diseñado para aguantar este maratón eterno. Este Ítaca que cada vez disfrutas más, no? En el fondo lo disfrutas.
Tienes esperanza y certeza de que vainas lindas van a llegar. Lindas, grandes, buenas, merecidas, emocionantes, van a llegar. Vas a viajar por el mundo haciendo reír y otras veces tu cara va a hacer llorar. ¿Cuánto falta? No puede faltar más de lo que llevas, ¿no? Bueno, de que se puede, se puede. Pero hay que confiar en que no.
Hay que confiar en que estás en el lugar correcto. O de repente NYC te dio mucho más miedo del que quieres admitir. Miedo podría darle a alguien que no esté preparado como tú, pero bueno, igualitico aquí sigues en LatAm. Ya lo escogiste y ahora el plan B tiene que ser que el plan A funcione.
Is there anything else you could learn here?
Me imagino que sí porque si no no seguirías aquí. Tienes que hacer algo por tu arte todos los días. No sé si haber retomado el blog cuenta, pero mejor eso que andar bebiendo o enratonada por ahí un martes a las 3:00pm. Seh, pero es que me da flojerita. O sea, ¿por qué no puede alguien estar caminando por la calle y decir "epa tú misma eres, ven acá, aquí está este proyecto listo para que protagonices" y ya? Insisto, flojerita. Yo sé que nada que valga la pena en la vida es así, pero cdlm, ojalá.
Tus problemas son que no eres ni calmada ni paciente ni proactiva... Te refugias en el estudio pero al final no haces nada con el estudio. Cool, Dora La Estudiadora pero pon esa vaina a producir, vale.
Flo-je-ri-ta dije ya. Es más fácil quejarse en pijama que escribir la película más cool de tu generación en pijama. If only, de pana.
I AM NOT GOING TO WASTE MY SHOT. I AM NOT GOING TO LOSE MY SHIT.
I would quit, but it's too late to do that now.