miércoles, 3 de noviembre de 2010

OPPD, Día 21

Hoy es el día 21 del One Page Per Day Project. Estoy agotada. Me siento un poco culpable porque de verdad tengo cero ganas de escribir. Yo estoy demasiado clara. Sé que 90% de los posts de este proyecto han sido una mierda. Han sido escritos sin pasión y como un sencillo ejercicio, sólo por poner una palabra al lado de la otra para formar una oración con sentido. Algunas veces. Y eso no me gusta. No me gusta publicar vainas que son malas, pero el reto no era "escribir como Vargas Llosa por 30 días." El reto era escribir. The bar, well, my bar, is too high.

Ya conseguí la manera de mantenerme escribiendo después de que el proyectito este se acabe. Me metí en un curso de escritura. Vamos a ser específicas y aprovechar para escribir más palabras de las necesarias: me metí en un curso de dramaturgia. El curso lo dicta Mónica Montañés. Fue un curso que yo empecé el año pasado pero no pude terminar porque tuve el accidente en mototaxi que me dejó con cuatro costillas desperoladas. Sí, sí, yo sé que no existe esa palabra.

Perdí las dos primeras clases porque, sencillamente, no me había enterado de que habían empezado nuevamente. However, esas son clases que ya yo vi, no hay problema alguno. Hoy tuve que preguntar algunas cosas porque no me acordaba de cómo era que los había enseñado ella back then, pero ya.

El curso dura cuatro meses. Los cuatro meses son como los meses del curso de Elia: arrancas en mayo y terminas en octubre. Siempre se terminan estirando, hasta donde tengo entendido. Tanto es así, que la gente que empezó el curso conmigo en 2009 está entregando su obra ahorita. Literalmente, la entregaron hoy en la clase.
Entonces el plan es ir poco a poco armando tu obra, pasar de la idea a la página en los fulanos meses llaneros. Mónica te va corrigiendo y guiando y te da las herramientas para hacer lo que sola no pudiste: sentarte a decir lo que quieres decir. Whatever that is.

La idea es que al final del curso o los cuatro meses de mentira, entregues tu obra lista. Después de eso, Mónica escoge la mejor y te hacen el montaje. La vaina es perfecta para que niñas malcriadas como yo dejemos de quejarnos porque nadie nos deja actuar. Es el momento para actrices como yo de darnos trabajo.
Esa obra va porque va. Como me llamo Andreína Rancel. 

1 comentario:

Coraline dijo...

Hola Nina, no estoy de acuerdo en que la mayoría de posts de este proyecto son una mierda, sí creo que your bar is too high, pero en todo caso a veces uno no debe exigirse demasiado; a veces uno escribe sólo por necesidad o placer y para mí las letras son una forma de drenar y ese hecho las hace respetables independientemente de que aunque a veces el resultado sea insignificante para uno o para los demás e incluso aunque a veces los posts sean "una mierda". A mí me gusta leerte y espero que una vez terminado el proyecto también buscas la forma de escribir por aquí, aunque sea de cuando en vez pero se te da muy bien esto y no deberías abandonarlo por nada del mundo!!