domingo, 17 de junio de 2012

Cosas no negociables: lo que me merezco

- Esto es un peo. 
- Yo sé. 
- Por eso me encanta. 

That is an actual quote... 

A mí no me pueden gustar los hombres fáciles. A mí no me gustan los normales. No me gustan los tipos sin problemas, sin rollos, sin conflictos. Yo sé por qué es. Sé que es porque yo no soy fácil, ni normal, ni estoy libre de rollos, de problemas y de conflictos. 

La verdad es que "normal" me aburre. Me cansa y me agota. Me encierra y me domina y me oprime. Que no me gusta lo normal es culpa mía y de cajón que pago las consecuencias + IVA everyday. Pero ni tan calvo ni con dos pelucas. El hecho de que yo rechace lo normal (por estúpida) no significa que no me guste ser feliz. Que no me guste salir, compartir, que me busquen en mi casa, que me vean a los ojos y me digan que soy linda y que me hagan reír y me consientan y que se instalen a ver pelis y que me stalkeen el blog y que me inviten a lugares y que me toquen la espalda sólo para hacerme una maldad y que me pongan a sonreír como una carajita. 

Hace unos días hablamos cuatro horas por teléfono. Tenía desde 2005 sin hablar cuatro horas por teléfono con alguien. Qué casualidad, ambas conversaciones con huevones. Empecé en la sala, me metí en mi cuarto, me puse boca arriba, boca abajo, caminé por el comedor, me senté en la escalera, me quité los zapatos, me asomé por la ventana, me fumé un cigarro, volví a mi cuarto, te googleé, te imaginé besándome, me senté en la cama, volví a la escalera, caminé en medias por toda la casa, me acosté, me paré, me senté en la escalera, me fumé otro cigarro...  todo esto con una cara de pajúa quinceañera. Me sentí tan joven. Fue taaaan fino. 

Fue. 

Cuando fue, fue fino. 

Yo no sé reconciliar ese hombre de las cuatro horas con éste. Ambos coexisten en ese cuerpo, como Dr. Banner y Hulk (me encantó The Avengers y dr. Jekyll and mr. Hyde es un cliché). A él le funciona. A mí no. He seemed into me those four hours. O sea, los hombres no hablan cuatro horas por teléfono con cualquier tipa que les da igual, right? Hice un post sobre eso y me sentí demasiado inmadura. Fue fino, también. 

 El hecho es que en este caso I was into him. And he wasn´t that into me. A veces la atracción funciona así. Tú te vuelves loca por él... Punto. Cómo fallo en lo de la reciprocidad, carajo.

Hoy decidí parar. Cinco letras que separadas no tienen nada de particular. Juntas son la acción más difícil de mi semana. Es tan difícil de hacer, pero tan recompensante cuando haces lo que es mejor para ti. Hoy, Nina, te portaste muy bien contigo. Te quisiste y te pusiste en tu lugar. No seas marica, no llores por un tipo que ni siquiera quieres. Si estás llorando es porque lo quieres, dices? No. No lo quieres. Sólo que no puedes entender por qué no te quiso. No tienes que entenderlo. Las relaciones no son para entenderlas, son para vivirlas y no quiso vivirla contigo. Lo que quieres, lo que mereces y lo que necesitas no es negociable. Así bese del carajo. Aplauso para todas. 

Yo > tú. Esto no iba a terminar bien. Yo iba a terminar enamorada, involucrada y broken. Tú ibas a terminar. O peor, hacer que yo terminara. O peor, dejar de aparecer. Me temo que eres ese tipo de carajo. Que un día, cuando supuestamente la cosa marchara ge-nial, no escribas. Y yo estoy bien vieja para andar mendigando el interés de nadie. No soy ni lo suficientemente fuerte ni lo suficientemente huevona para calarme el paquete ese. El paquete que implicas y el resultado final que seguro serás. 

Paré hoy porque hoy podía. Mañana, creo que no. No vale la pena. A medias no vale la pena. Yo cuando estoy, estoy 100% y tú no eras como para dar 100% (ALELUYA, algo he aprendido). Si yo hubiera decidido dar 100% tú hubieras dado 15% y no voy a recibir menos de lo que me merezco. Hoy recogí lo que quedaba de mi dignidad. Me siento como la mierda, pero sé que se me pasará. Estas minidosis de relaciones son agotadoras, pero va a estar bien. 

Nada nuevo. Pasaré los siguientes días sobreanalizando todo. Buscando en mi memoria una miradita, una palabra, una llamada, una visita, una señal. La señal que duró una milésima de segundo y de la que yo me agarré para hacer como si yo significara algo también. Para fabricar un guión en mi cabeza que tú no quisiste recitar. And nobody can be blamed. 

Que bolas que fue más fácil terminar eso que terminar este post. 

4 comentarios:

Beatriz González dijo...

Tu post se resume en que : has aprendido -finalmente- lo que te corresponde, y lo que te mereces y no vas a quedarte sentada calándote nada menos.

En resumen, si el jevo no iba pal'baile mejor sacarlo de la pista a tiempo -así dice mi papá, y le creo-

Victoria B. dijo...

Si estás llorando es porque lo quieres, dices? No. No lo quieres. Sólo que no puedes entender por qué no te quiso. <- Me ENCANTÓ. Yo soy así, y creo es algo que creo he visto post tras post en este blog. Sólo que jamás lo habías dicho tan claro y raspao'.
Es lo que cuesta ver, ¿por qué, si yo quería darlo todo, y soy 'tan buen partido' -o eso cree uno- no me quiso el de vuelta?

Y no suelo comentar, pero siempre leo, y creo que es momento de decirte: ¡Bien hecho, Nina! Has tenido el valor de pegarte un golpecito para evitar ahogarte. A eso le llamo yo aprender de los errores.
¡Saludos!

Joise!! dijo...

Yo tampoco entiendo porque el actual no me quiere. Pero #palantemarica ya vendrá uno que si nos entienda y aprecie toda esa inteligencia.

Julia dijo...

Y lo que queda es plasmar las experiencias para que no te cogan desprevenida para la siguiente.. ja!

Si, suena más fácil decirlo que hacerlo.
Pero ánimo Nina, que los hombres, como decía mi abuela, son como los tranvías, siempre viene otro detrás.