martes, 27 de noviembre de 2012

La mejor sugerencia para ti, nuevo blogger

Ya aquí leíste que era importante pasar por el proceso con buena ortografía sin buscar resultados. Ahora quería escribir sobre la sustancia. 

Lo que estás diciendo es igual de importante que el cómo. Yo soy de las que le para mucho al cómo y necesita que el cómo sea bueno. Eso sí, no importa si la gramática es perfecta, si no te pelaste ni un acento, si no saliste de tu casa en seis meses para tomar la foto que iba a acompañar el post, lo que estás diciendo tiene que ser contundente e importante. 

¿El catch? Tiene que ser contundente e importante para ti. Blogs personales hay miles en Venezuela. Los blogs buuuuurda de personales son los que nos gustan más. Nadie llora cuando lee el periódico, porque casi todo lo que está ahí está escrito para informar. En el periódico esperas facts, noticias e informaciones que no son precisamente life changing. 

Si te gusta que te lean, tienes que dejar que te descubran. Tienes que escribir con el corazón en la punta de los dedos. Tienes que dejar que la sangre manche la página. Tienes que sudarlo. Tienes que tener papel toilette o toallitas al lado para secarte las lágrimas. Y los mocos. Yo nunca he comentado un post en el que me reciten cómo preparar unas Zucaritas. En cambio, he leído y llorado y reído con los posts que relatan guayabos, embarazos, abortos, choques, primeros amores (o pérdida de), viajes, miedos y esperanzas. 

Si a ti no te conmueve lo que escribes, ¿cómo me va a conmover a mí? Para nadie es fácil aceptar la derrota o la humillación, pero todos los que leemos blogs hemos pasados por ahí. Los Bloggers venezolanos somos gente bien solidaria entre nosotros porque ninguno es perfecto. Todos nos hemos equivocado y todos sabemos que, al final, todo va a estar bien. No quiero ofrecerle mi ayuda a una jeva que juega a ser una Stepford Wife. Quiero ofrecérsela a la bruta que se dejó joder por el exnovio y que ayer se dio los besos con el mejor amigo de dicho exnovio para vengarse. Uno le tiende la mano a quien está jodido, como uno. Porque todos hemos estado bien jodidos en un momento u otro. 

Lo que sea meaningful para ti, será meaningful para nosotros. Si no sabes cómo hacerlo meaningful tienes que leer y escribir más. Tener que practicar es nuestro blessing y nuestro curse. 

Hace como cinco años, yo leí en el blog de Victor Marín una historia sobre cómo la chama que le gustaba comía Oreos. Eso es todo, una historia sobre comer Oreos. La historia hacía que se te pararan los pelitos porque Victor es un escritor talentosísimo y porque se notaba a leguas que esta niña le gustaba burda. Con esto quiero decir que tus historias no tienen que ser épicas. No tienes que vivir la vida on the edge todos los días para movernos. No tienes que ser uno de los 300 para que a nosotros nos interese leer lo que tienes que decir. No tienes que ser un héroe, sólo tienes que ser personal. 

Para mí no es fácil, nunca lo será, venir acá a decir que me siento como un fracaso o que estoy hinchada o que me rompieron el corazón (una vez más) o que no he aprendido nada o que la estoy cagando. Lo hago porque después de escribirlo, la carga se hace menos pesada. Lo hago porque a mí me sirve y me ayuda. Me siento menos fracasada, menos heart broken, menos bruta y menos equivocada. No sé por qué. 

Si quieres que dé risa, te tiene que dar risa a ti. Si quieres que lloremos, te tiene que haber hecho llorar a ti. Ojo, yo sé que es peluísimo. Sí, lo sé. Pero a ti nadie te mandó a escribir sobre ti y no sobre las palmeras en Venezuela. 

Te prometo que se pone más fácil con el tiempo. 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Anoche soñé

Verte fue un problema porque anoche soñé contigo.

Anoche soñé que me leías Piedra de Mar y que me regalabas una edición especial de A Margarita De Bayle. Anoche soñé que nos íbamos de viaje. Anoche soñé que aprendía a cocinarte algo. Básico como te gusta y como yo puedo. Anoche soñé que tú no estabas solo, estabas conmigo.

Anoche soñé que detestaba la distancia pero te adoraba a ti. Es verdad, no te amo, ni te adoro, creo que ni siquiera te quiero. Pero sé que podría, si se pudiera. Anoche soñé que podíamos. Anoche soñé que era fácil estar contigo y que tenías un iPhone para hablar por Facetime. Anoche soñé que era fácil.

Anoche soñé que me tocabas la espalda con malicia y sin remordimiento. Anoche soñé que nos veíamos a menudo y podíamos contarnos de nuestros días. Que siempre te creías subestimado, cuando la verdad es que tiendo a hacer lo contrario. Siempre los monto en un pedestal. Es doloroso cuando los tengo que bajar, pero así funciona mi cabeza y no tengo otra opción.

Anoche soñé que comíamos hamburguesas. Soñé que me mentías diciéndome que estaba bonita recién levantada. Pagaría por escucharte mentir... Pagaría en especias, pero pagaría. Soñé que te daban cosquillas los besos en el cuello. No sé si eso era así. No me acuerdo.

Anoche soñé que nada se me olvidaba y siento que todo ha debido ser así. Olvidar no siempre es saludable. Hay cosas que no deberían ser olvidadas. Es chimbo, poder olvidarte pero no querer. Anoche soñé que no había necesidad de hacerlo, tampoco. Anoche soñé que me buscabas siempre.

Anoche soñé que nuestro primer beso lo habías iniciado tú. Anoche soñé con besos transparentes y bocas permitidas. Anoche soñé que nos queríamos tanto. Anoche soñé que nos queríamos como hubiéramos podido llegar a querernos. Anoche soñé que no teníamos la culpa de nada. Fue chévere. Fue libre y bonito.

Anoché soñé que nunca tendíamos la cama porque no salíamos de ahí. Anoche soñé que me acompañabas a visitar a mi Tita y nos hacía un quesillo. Anoche soñé que probabas las hallacas y no te gustaban. Anoche soñé que no iba a pelear con tu terquedad.

Anoche soñé que enamorarme era una opción. Anoche soñé que no había necesidad de llorar. Anoche soñé que mis inseguridades se quedaban aplastadas en el sofá y yo entraba sola al cuarto. Entraba corriendo al cuarto, a buscarte a ti. Soñé que mi presencia era bienvenida, agradecida y apreciada. Que las pecas te quedan bien y que los lunares te gustan. Anoche soñé con quemaítos y pepitos hechos en casa.

Anoche soñé que te regañaba por la tapa de la poceta pero me callaste con un beso. Anoche soñé que me cuidabas de las pesadillas y te parabas a buscarme agua en la mitad de la noche. Anoche soñé que era cómodo y fácil todo. Que nuestra dinámica era la que queríamos, sin sobras ni carencias.

Anoche soñé que era fácil despertarse en la mañana cuando la primera cosa que ves es la cara que quieres ver. Anoche soñé que tenías una cicatriz chiquitica en el cuello y una marca de lechina en el cachete. Anoche soñé que conocía tan bien tu cara y tu cuerpo que nunca se me iba a poder olvidar, como me está pasando ahorita que estoy despierta.

Anoche soñé me dejabas sentarme a escribir justo después de. Anoche soñé que amaba empiernarme. No tolerarlo y disfrutarlo brevemente como normalmente lo hago, sino amarlo. Y tú también. Anoche soñé que las cosas mejoraban en cada segundo. Anoche soñé que me convertías en un cliché y te lo agradecí.

Me choca despertarme de los sueños lindos, vale.

martes, 13 de noviembre de 2012

Mi canción favorita del disco nuevo de Guaco es Dámelo


Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 
dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 
toma mi indecencia 
y vente paso a paso

Y borra ya tu ausencia 
mata mi agonía
quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Y si te digo que siento lo mismo 
prácticamente robas mis palabras
había vivido en un espejismo 
la vida casi se me descalabra

Pude cerrar los ojos y desaparecer 
pero sabía que no te volvería a ver
por eso ahora lo quiero todo 

Dame ya tus besos 

Dámelo todo

ponte en mi regazo 

dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

[De besos y abrazos] 

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

En mi anatomía

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 

[Llénaloooo] 

Toma mi imprudencia 
y vente paso a paso

Borra ya tu ausencia

mata mi agonía
quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Cada vez que tú me dices que me quieres
haces que mi adrenalina se libere
ya no hay cosas que no haría
que no me divertirían si no son contigo, contigoooo

Otra vez tú las palabras me quitaste 
mi corazón completico me lo robaste 
Y es que yo quiero pasar toda mi vida será

[Gritico loco pero fino tipo uuuuu-aaaaa de la  jeva]

Contigo contigoooooo

Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 

dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 

[Dame tu conciencia llena ya mi vaso]

toma mi imprudencia 
y vente paso a paso

Borra ya tu ausencia
mata mi agonía 

y quiebra la decencia que hay en mí

Cero. Aquí no hay pájaro de mal agüero 
porque lo nuestro es un amor sincero 
Y por eso quiero y por eso quierooooo

[Por eso por eso por eso] 

Por eso quiero 
Sentirme así siempre así de ligero 
para flotar siempre en tus senderos

Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 

[Dámelo] 

dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

[Dámelo]

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 

[Uuuuuuhhhhh oh oh oh]

toma mi imprudencia 
y vente paso a paso

Y borra ya tu ausencia 
mata mi agonía

[Por eso ahora lo quiero por eso ahora lo quiero]

quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Y aquí hacen un canon mucho más evidente y finísimo que no sé cómo hacer para que se entienda... pero es finísimo y debería todo el mundo escucharla! 

Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 
dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 
toma mi indecencia 
y vente paso a paso

Y borra ya tu ausencia 
mata mi agonía
quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Que Escultura saliera el 26 de octubre fue solamente la segunda mejor cosa de ese día. Cuando se me haya pasado la emoción quizás cuente la primera. Este post se hizo sin copy pastear la letra de ninguna parte. Handmade by Yours Truly. 

Confesión # 77

Hay pocas cosas que me dan pena. Ahorita ahorita no me acuerdo de ninguna. Pero sí hay.

Creo que mis ideas para modernizar la Misa serían un palo y atraerían feligreses.

Cuando estoy trotando me pongo a contar desde mil hasta cero. Ejercito el cerebro mientras ejercito el cuerpo. Es genial.

No soy tan buena contando pa´atrás como una creería. Me pierdo. Vuelvo a empezar o le doy desde donde me quedé.

Me metí en Pole Dance porque sabía que iba a ser buena. No me equivoqué.

No hice lista de regalos para mis veintisiete. Recibí regalos igual.

Un Amigo Secreto me regaló tres libros por Amazon en mi cumpleaños. Fue genial.

La última vez que escribí un poema tenía 19. Fue tan malo que más nunca escribí uno.

No me gusta nadie y soy 1000 veces más productiva. Me encanta.

Me da miedo verlo. No sé si va a estar, pero me da miedo igual.

Estoy obsesionada con Fun. Me parecen un bandón.

Escribiendo EL James Can Suck It descubrí que no hay palabra bonita para nombrar los genitales masculinos o femeninos. Me quedan demasiados capítulos y no sé cómo voy a darle la vuelta a este problemita.

Chechi no se parece  a mí porque piensa primero y hace después. Yo no. Yo hago primero y después me cuestiono, me jodo, me autoevalúo y me regaño.

Lo que más me gusta de ella es eso.

Chechi se está escribiendo en un cuadernito de Disney. Muy lindo. Literotica y Disney. Se cierra el círculo del príncipe azul de una manera muy rara. Daniel no es un príncipe y Walt se revolcaría en su freezer porque alguien esté escribiendo literatura erótica encima de una oreja de Mickey.

El otro día me cayó la locha de la adultez. Se manifestó en forma de chaqueta planchada.

Los dos hicimos como si no hubiera pasado nada. La adultez es genial.

No sé en qué momento acumulé tantas cremas.

Las uso religiosamente. Mi pacto no es con el diablo, es con el protector solar.

Me buceo tipos en la calle sin disimular. La última vez que vi en la calle a un tipo buceable fue hace meses.

¿Será verdad que en Venezuela no hay hombres?

Los asusto y los intimido cuando hablo. Y si no lo hago así, ocurre después cuando saco un libro de la cartera.

Ha sido un mes de releer porque estaba gastando demasiada plata en libros. Cuando me termine de releer La Ladrona de Libros voy por los que me regalaron de cumple.

Mi regalo de cumpleaños fueron unos zapatos arrechísimos que compré once días antes.

Quería arrecharme cuando me dijo "puedes ponerte todos los antifaces del mundo, pero yo esas nalgas las reconozco donde sea". No lo logré.

Tengo una teoría que nadie ha sido capaz de refutar. Los años pares son una mierda. Los impares son los buenos.

Quiero saber si se acuerda de mí.

I´ve seen myself get worse en el panel de Erika pero estoy trabajando para mejorarlo.

Hay días buenos y hay días malos. Yo sé distinguirlos.

Cuando era chiquita odiaba el Friend Zone. He aprendido a estar cómoda en él.

Es que me he acostumbrado. No sé pistonear ni ser flirty, entonces siempre he sido pana y simpática. Eso manda la señal que no es y voy directo al Friend Zone.

Cuando era chiquita odiaba tener las tetas chiquitas. Ahora amo tenerlas chiquitas. Puedo dormir boca abajo, todas las camisas me quedan bien, sigo siendo talla S.

Diría que te extraño pero no es verdad. I was just not that into you. Especially after you found an excuse to break up with me.

Googlea antes de tuitear, es el motto.

Habría que pedir taima más a menudo.

De bolas que lo lloré. Pero ahora creo que haber salido de Hot es lo mejor que me ha podido pasar. El empujón fuera del comfort zone ha sido perfecto.

I am finding myself. Everyday I find new things about me. Some of them are cool.

Me duele la espalda y tengo todas las piernas llenas de morados, pero amo mis clases de Pole.

Dolor de nalgas es aquello que una siente al salir de clases de ballet. En las que no soy buena, pero para  eso hay ganas de echarle bolas.

La llamada de lo de Javi was the scariest moment of my life.

I don´t know if I care.

I guess if you don´t know, you know.

Lo que tenías que saber y yo nunca te dije

Le he debido mandar esto hace demasiados meses. Nunca lo hice. La cagué letting him go and later not chasing after him. Me atormento lo suficiente. Me autoflagelo lo suficiente, que nadie venga a decírmelo. Tengo demasiado tiempo sin verlo, menos mal. I wouldn´t be able to see him so happily in love like  know he is. I know because people tell me. (Yay!) I am just a terrible person and I should have said this more than half a year ago when I could. 


Hola. (Iba a poner su inicial pero iba a ser demasiado descarado de mi parte)

Te escribo porque tengo varias cosas que decirte. La primera es la que estoy segura es más importante: perdón por esa noche.

Ya. Sin remate, in justificación, sin excusas.

Hay otras cosas. Por ejemplo, tienes que saber que sí prefiero a Lady Gaga por encima de Madonna y a Christina Aguilera mil veces por encima de Britney. Tienes que saber que estoy obsesionada con los Post-Its. Tienes que saber que le tengo más miedo al mar de lo que creí. Tienes que saber que soy terca e impaciente. Tienes que saber que mi blog es una de las cosas más importantes del mundo para mí. Tienes que saber que tengo pésima memoria y manías muy raras. Tienes que saber que siempre hablo en spanglish, que tengo demasiadas limitaciones y estoy empezando a creer que nunca voy a poder armar el cubo de Rubik y eso me frusta. Tienes que saber que me creo más inteligente de lo que soy. Tienes que saber que amanezco del un lado diferente de la cama y en direcciones distintas todos los días. Tienes que saber que los bebés me dan miedo y no me gustan los niños. Tienes que saber que estoy medio loca y me gusta. Tienes que saber que odio las mañanas y que tomo demasiado Nestea. Tienes que saber que mi ambición es demasiado grande y que no me importa el precio que tenga que pagar para llegar a donde quiero. Tienes que saber que soy una ladilla cuando tengo un libro cerca. Tienes que saber que soy dispersa y orgullosa. Tienes que saber que soy pésima en matemáticas. Tienes que saber que todavía queda mucho por descubrir y tenía que ser sincera y decirte que hay más cosas malas que buenas.

Pero yo no soy sólo eso. Hay mucho más, lo juro.

Quiero decirte que nunca nadie me había hecho sentir maripositas así cuando me toca. Yo nunca había sentido tantas cosas en tan poco tiempo por alguien. Tienes  que saber que nunca nadie te ha querido así. Quiero decirte que no te digo la mitad de las cosas que quiero normalmente, porque me da paja espantarte y que creas que soy una bolsa y una cursi. Quiero decirte que me rompes el corazón cada vez que me dices marica o huevona y que me da mucha arrechera no haberlo sabido manejar o hablar antes. Pensé que mis indirectas iban a ser suficientes. Tienes que saber que te respeto y te admiro. Me parece que tienes un talento infinito y es una de las cosas que más me gusta de ti. Quiero decirte que amo tu voz y tu boca y tu risa y tus ojos y tu mirada, no sabes cuánto. Quiero decirte que eres bello para mí, así estés recién despertado. Bello, de verdad. Quiero que sepas que sueño contigo todas las noches. Todas. No te lo digo por pendeja. Tienes que saber que fue horrible cuando no me querías abrazar para medio dormir. No creo que haya sido a propósito. Quiero decirte que amo cuando me besas y creo que no me besas lo suficiente, pero no te lo digo porque no quiero ser cursi or needy. Tienes que saber que odio tener que frenar esos impulsos porque siento que no estoy siendo sincera conmigo. Si vamos a estar juntos necesito que esas cosas cambien. Tienes que saber que me enamoré profunda y perdidamente de ti. De lo que eres y de lo que estoy segura de que vas a ser. Quiero que sepas que soy your biggest fan. Tienes que saber que me vuelves loca y que si fuera por mí te secuestraría todos los días. Quiero que sepas que me encantó que vinieras el domingo a hacerme cariñitos en el pelo. No sabes cuánto te lo agradezco, en serio. Amo tu risa y amo que me hagas reír así todos los días de mi vida. Tienes que saber que you push me forward, que me haces inmensamente feliz y que es una preocupación y una meta hacerte igual de feliz todos los días. Hasta el sol de hoy, me estresa no saber si lo logré. Quiero que sepas que me encanta pasar tiempo con tu familia aunque sea awkward and clumsy around them. It scares me. 

Yo sé que tú me quieres. Y yo te quiero un montón.

Yo creo que eso es suficiente para reparar el daño que nos hicimos ayer. Me despido pidiéndote perdón, una vez más, y para que recuerdes que te quiero demasiado y estoy dispuesta a reparar lo que se rompió.

Te quiero.

Nina. 

Capítulo 7


Puta. Eres una puta. No. Eres una bruta. Seguro te despiertas y no está ahí. O se está vistiendo para llevarte. O escribiéndole a otra tipa. Putaputaputa. No. Mujer liberada del siglo XXI… que es un eufemismo para puta. ¿Por qué si eso estuvo tan bueno me siento tan mal? Por puta.

Abrí los ojos. Podía sentirlo a mi lado pero en la oscuridad no logré distinguir si estaba despierto. Me puse boca arriba. Daniel se acercó a mí y empezó a hacerme cariñitos en el brazo izquierdo.

¿Existen los cariñitos sonámbulos?

Tosió.

¿Qué hago?

—Yo sé que estás despierta. Hola.
—Hola…
—Te ves bella cuando duermes.
—Eem… ¿gracias?

No sé hacer esto. No lo sé hacer.

—Hay algo que tenemos que negociar, eso sí.
—¿Qué será?
—Que no me vuelvas a empujar cuando trato de empiernarme contigo. Los primeros quince minutos después de que te quedaste dormida, todo bien. Después, te moviste y cuando traté de reacomodarme no me dejaste. Intenté varias veces y nada.
—Lo siento. En mi defensa, estaba dormida.
Ya no estás dormida. ¿Podemos empiernarnos ahora?

El silencio del cuarto y de la noche se hicieron aún más grandes en ese momento. Un silencio tan grande que fue bueno. Respondí apoyándome sobre mi brazo para ponerme poca abajo. Encajé mi cabeza entre su cuello y su clavícula. Lo abracé y doblé mi pierna derecha sobre las suyas, como pude porque me dolía todo. Todo.

—Mucho mejor.
—¿Cuánto dormí?
—Como 40 minutos.
—¿Y tú?
—Como diez en total.

Agradecía la oscuridad. En la oscuridad me sentía más valiente, más segura. En la oscuridad mi pena y mis nervios eran menos evidentes. Era mejor a oscuras. Era más bonita, más segura, más confiada. Era también imposible que me viera a los ojos y se diera cuenta de cuánto me gustaba. Era mejor, mucho mejor, que no me pudiera ver. No sabía que iba a pasar una vez que se parara de la cama. Después de todo, mi mal criterio me había enseñado una lección muy valiosa de vida. Hay dos clases de hombres. Los que te quieren coger y los que ya te cogieron. Daniel veía al techo y yo controlaba mis ganas de llorar.

Fue muy rápido. Valió la pena, fue muy bueno, pero fue muy rápido. No me va a volver a llamar y no estoy preparada para que no me vuelva a llamar.

—¿En qué piensas?
—En nada.
—Hueles demasiado bien.
—Tú también.
—Hueles a shampoo. Es rico.
—Gracias. Tú todavía hueles a Cool Water.
—Jajajaj, qué buen olfato.
—Sí. Soy como un schnauzer.

Su risa llenó el cuarto e hizo que mi corazón empezara a latir más rápido. Me contagió la carcajada.

—Jajajaja, es increíble. ¿A quién conoces que la usa?
—Un amigo de Margarita, es su preferida.
—Aaah…

Se dobló y me dio un beso en la frente. Me sorprendía cada vez que lo hacía. Me parecía un gesto muy cuchi. A la vez, me emocionaba. Mi mente empezaba a imaginarse un futuro próximo de besitos en la frente y cenas con la familia e idas a la playa con los amigos… Tenía que parar. Ilusionarme de más como casi todas hacemos cuando nos empieza a gustar alguien podría salirme muy caro esta vez. Mis ojos empezaban a acostumbrarse a la oscuridad. Daniel sonreía.

—¿De qué te ríes?
—De nada.
—Mentira.
—Tú también me mentiste cuando te pregunté en qué pensabas. Las mujeres no pueden pensar en nada, no tienen ese poder. Es una habilidad que sencillamente no tienen. ¿Me equivoco?

¡Ups!

—Bueno, si tú me dices de qué te estabas riendo yo te digo en qué estaba pensando. ¿Va?
—Ok, estaba riéndome de ti.
—Oye, que lindo, gracias.
—Oye, si me dejas terminar de hablar… me acordé del miércoles en la galería. De dos cosas del miércoles en particular. Como luchabas para no enterrarte en la grama y de tu cara cuando te dije que sabía perfecto quién eras tú.
—Ah.
—¿Te cortaste?
—No.
—De bolas que te cortaste. Jajajaja, que linda. Pero bueno, dime en qué pensabas.

En que soy una puta y no me he debido acostar contigo en la segunda salida pero me encantas y quiero volverlo a hacer ya pero no creo que pueda porque me duele todo y eso me da burda de pena porque tenía demasiado tiempo sin tirar y que me da pánico que no vuelvas a llamarme pero sé desde ya que no vas a hacerlo porque soy una puta que se acostó contigo en la segunda salida.

—En nada, en serio.
—Jajajaja, no me jodas Chechi. Dime.
—Jajajaja. OK. Estaba pensando en que tu cama es muy cómoda—hizo un silencio más largo de lo normal dándome a entender que no me creía, pero no preguntó más.
—Que bueno que te guste. Ahora que caímos en ese tema, ya que te sabes algunas de las reglas de esta cama, puedes usarla cuando quieras.
—¿Algunas de las reglas?
—Sí. Hay más, pero no es momento todavía. No hay problema, yo soy un hombre paciente. Creativo y paciente, buena combinación.
—Pero yo soy una mujer curiosa…
—Bueno, eres una carajita curiosa.
—Jajajaj, déjame. No se vale. Dime.
—Es por tu bien. Y por el mío. Ok, es por nuestro bien.

Gracias Dios, está hablando en plural. Dijo “nuestro”. Nuestro. Nuestro implica multitud. ¿No?

En un segundo se desenredó y estaba encima de mí. Me besó con ganas. Su lengua masajeó la mía, sentía que el corazón no iba a aguantar este trote. Mi lengua obedecía y jugaba con la suya. Se alejó para quitarme el pelo de la cara. Me dio un piquito. Dejó su cara tan cerca que recordé el capítulo 7 de Rayuela, el de El Cíclope. Respiramos juntos. Yo, confundida. Él, ahí. “Hay reglas de esta cama para las que no estás lista. Te las enseñaré poco a poco, porque por ahora no estás lista Cecilia. ¿OK?” me dijo. No estaba preguntando. Para él era una certeza que terminaría enseñándomelas y yo nunca había estado tan dispuesta a aprender. Él quería tenerme de nuevo en esa cama y yo no quería irme nunca de ahí. Era perfecto.

—¿Tienes hambre?
—Hmmm… podría tener hambre, sí.
—Jajajaja, ¿por qué te da pena tener hambre? ¿Quieres arepas?
—Sí.
—Vamos.
—Vamos. 

domingo, 4 de noviembre de 2012

A brief history of important men

Como ahorita no me gusta nadie, me pongo a pensar en los que me gustaron. Siempre logran amargarme de alguna manera u otra. Me echo las culpas que tuve y reparto lo demás. La culpa de ellos.  Recuerdo y revivo. Busco y consigo excusas y momentos buenos. Los momentos buenos hicieron que me quedara. Los momentos malos me llevaron al siguiente. 

La mía es la que más me amarga. Haberme vuelto loca así por él, me amarga. Yo debería saber quién puede volverme loca y quién no. A veces tengo destellos, pero la mayoría de las veces soy clueless como quinceañera. Clueless y naïve, a los veintiseis. 

Pienso en todas las ganas que te tuve y en lo sabroso que se sentía perder la razón. Me sobraron ganas y me faltaron razones. Te escapaste con mis ganas y cada vez que te veo las revives. No te fuiste porque nunca estuviste y por eso la ausencia se sintió desde el principio. Igual fantaseaba con un mundo paralelo donde yo pudiera quererte como quiero cuando quiero y que tú me quisieras de regreso. No sólo que quisieras y trataras de acostarte conmigo, si no que me quisieras. Con ojeras, con complejos y sin tetas, como soy. Por eso nunca pasó nada. Porque tú me gustabas para todo y yo te gustaba para una sola cosa. 

También pensé en llamarte alguna vez. El vodka pensó en llamarte y yo decidí que no. Me ayudó no tener tu teléfono, claro. O no tener minutos para llamadas internacionales. Nunca me quitaste las ganas de quererte. Me las tuve que quitar yo. Me las quité tan bien que ahora no siento nada cuando pienso en ti. Por estúpida, no me gusta no sentir nada. Me parece chimbo y aburrido. Mi condición irrevocable de actriz me obliga a no dejar que nada me pase. Nunca. Algo siempre tiene que pasar. Mi adicción a las emociones fuertes me jode de esa y muchas otras maneras.

Tú me hacías reír demasiado. Venimos de backgrounds demasiado parecidos y no había dos personas más diferentes. Tú, privado y serio. Yo, bloggera y loca. Creo que desarrollamos genuino cariño y afinidad. Pero nunca ha debido trascender. Los dos lo sabíamos y no nos importó. Siempre me pregunto si eres feliz. No quiero que no lo seas, ojo, pero pienso si de repente podrías ser más feliz conmigo. Yo lo vi como que tú necesitabas una dosis saludable de locura en tu vida y yo necesitaba una dosis de racionalidad. En ese sentido, we were perfect for each other. He soñado contigo. Nunca sabrás cuán importante podrías haber sido para mí. Yo tampoco lo sabré, pero I am guessing preeeetty important. Todo era fácil y effortless contigo. Me ganabas todos los staring contests y eso me daba arrechera, pero alimentaba tu ego masculino. It made you happy and that made me happy. Fue una estupidez, pero you meant things for me. No podía con el secrecy and the guilt and the distance and the rest, pero sí. You could have meant so much more than you did and I like to believe I could have too. No pude odiarte por más de que traté. Hubiera sido más fácil que estar en ese guayabo metafórico/limbo emocional todo rarito en el que quedé cuando paramos. No estoy diciendo que hubiera ofertas y promesas incumplidas, estoy diciendo que la imaginación voló muy alto y muy rápido por la química increíble y eso jode. No es complicarse, ni enredarse, ni enrollarse. Es joderse. There was more for me and I know there was more for you. A veces, es así de fácil. 

Me dio rabia querer una relación contigo y que tú no me la dieras. Me dio orgullo y mejoró mi autoestima cuando me di cuenta de que así tú la hubieras querido, estar en una relación seria contigo hubiera sido un espiral descendiente de autodestrucción. Las mujeres inteligentes no tienen relaciones así y yo soy inteligente cuando logro sacar el queso y las ganas de la ecuación. Y sí, lo he hecho varias veces. Eras el más peligroso de todos. Paja. Eres el más peligroso de todos. El que mejor me besó el que mejor me tocó y el que una vez jodiendo me dijo "de pinga, entonces no te hablo más" y cuando respondí "ok, maneja con cuidado" me dejó caminar cinco pasos hasta salir corriendo a abrazarme. 

No quiero ganarme el Oscar y pensar en la posibilidad de que tú me estuvieras acompañando. ¿Y si te estuvieran premiando a ti? What would that be like? Podría mi ego de mierda manejar el hecho de que el postproductor talentosísimo de mi novio esté ganándose un Oscar y yo esté matando tigres en comerciales de champú? No. I wouldn´t. Porque te demostré que al final no soy nada más que un selfish bitch y mira, that turned out well. I think about you the most. 

También era que yo necesitaba un hombre de domingo a las seis de la tarde y tú querías una mujer de sábado a las tres de la mañana. He sido la mujer del sábado a las tres de la mañana, he tenido hombres de sábado a las tres de la mañana, pero en ese momento no me servía. 

Contigo era que le jalabas demasiada bola a la gente incorrecta y despreciabas a quienes tenían criterio, sustancia y talento para sustentar un acto tan inherently humiliating. Yo te veía como algo y tú me viste como nada. Las mujeres somos demasiado aspiracionales, pero los hombres con quien esta mujer esté deben serlo también. Yo no soy mediocre y por eso no puedo estar con nadie que le guste la mediocridad. 

Me acuerdo que contigo por años usé la excusa del timing. No era el timing, es que tú eras un hijo de puta. 

Contigo fui injusta e intolerante. Después lo pagué caro, tú tranquilo. La última vez que me viste estaba gorda y en pijama. El karma hizo su trabajo. Nunca te pedí perdón. Considera esto como una disculpa sincera. No quería que me odiaras and yet, I did everything to make that happen. Qué pajúa. 

Cuando you broke your word for the umptieth time me dejaste de gustar. Me pasé el suiche. Fue mágico, fue increíble, fue curativo, fue liberador. Me sentí feliz de salir de eso. De ese amor platónico loco que me pesaba y consumía. Te tengo cariño, pero ya. 

En las colas cuando me aburro, me imagino todos los escenarios. Me pregunto si alguien más te dio el empujoncito o si me odias motu propio. Si alguien le prendió candela a eso o si hizo combustión espontánea dentro de ti. No me gusta. No me gusta para nada haber terminado creyendo que yo me lo imaginé. No sé cómo se hace para volver a mirar atrás sin esperanza y sin un poquito de rencor. Fui tan feliz contigo que me da pena. Embarrasingly happy, ni sabía que era un thing. Tú eres todo lo que siempre quise en un hombre. Y yo era todo lo que te daba miedo querer de una mujer. Bueno, de una niña, porque éramos unos niños los dos. Cuando te conocí tenía dieciocho años. Ocho años después acordarme de ti me duele horrible. No quisiste darme closure y yo aprendí a no arrastrarme para conseguirla. Sé que coincidiremos y me da miedo. Las veces que te he visto, siempre he estado advertida. Aprendí a actuar a pesar del miedo. A comportarme como yo me comporto, no importa quién esté in the room. A contener las lágrimas que pocas veces me atreví a soltar por ti. Nadie nunca sabrá cuán importante fuiste. Yo no sabía cuán importante fuiste hasta que me descubrí llorando meses después. 

De repente es que veo demasiadas comedias románticas, pero sigo esperando mi grand gesture. Como soy una mujer de gustos sencillos, el grand gesture no tiene que ser alquilar un helicóptero de emergencia dejando plantada a una mujer en el altar. No tienen que llegar en caballos, ni aviones, ni barcos, ni nada. Un grand gesture puede ser pedirme perdón con una caja de Belmont y un Nestea, cuando el caso lo amerite. Un grand gesture puede ser recordar que no me gustan las flores porque me traen malos recuerdos, pero mandarme unos zapatos a la radio. Un grand gesture puede ser esperarme un día afuera de la radio. Un grand gesture puede ser cantarme Call Me Maybe. Un grand gesture puede ser mandarme a callar y darme un beso de la nada.  

Mis fracasos con ustedes nunca me definirán. Eso sí, me convirtieron en mí. En una mujer insegura como cualquiera pero no acomplejada.  En una tipa más tolerante pero cero bolsa. En una mujer que el otro día planchó una chaqueta pero se permite inmadurear. En una chama que le gusta payasear pero no se deja hacer el ridículo. En una mujer que se permite llorar, pero lo estrictamente necesario y en privado. En una mujer que siempre tiene un sweater porque siempre le da frío. En una muchacha que sabe cambiar cauchos y no tiene que esperar que nadie venga a rescatarla. En una mujer que aprendió a trepar y escalar desde el fondo del foso. Lo único que todos ustedes tienen en común es a mí, pero sé que no soy yo la del problema. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Zacarías 14:12



Estoy demasiado orgullosa del resultado final. Nunca me gustan los cortos que hago. Le grito "bruta, mentirosa, destalentada, impostora, falsa, qué mala eres, estudia contaduría" a la TV. No es el caso con Zack. Sé que no estoy 100% peeeero, no estoy terrible como me he visto antes. Creo que se nota el mes de ensayos, se nota la preparación y se nota en las ojeras que de pana no habíamos dormido nada.

Anywho, éste es mi corto de zombies.