Confesión # 29

Me costó que jode entender cómo montar las fotos en el blog. Ya lo sé hacer, pero nunca lo hago porque soy una floja.

Lo mejor del fin de semana fue saber que Norelys Rodríguez está en mi clase de Elia. Es decir, la persona que inspiró mi Plan Norelys (ahora llamado Anorelys por no poder hacer ejercicio) va a actuar conmigo.

Odio a la gente que dice cabello. Si usan el verbo inexistente "aperturar," para más INRI, es suficiente para no hablarles ever again.

I loved our first kiss. And the ones that came after that.

La frase para más INRI es mi nueva frase favorita. Y no es mía, se la robé a un ex-profesor.

Estoy escuchando todo y como nunca. And I like it.

Me encanta que la gente pueda opinar en mi blog y me encanta opinar en los blogs de los demás, pero se me incrusta como nada el hecho de que perfectos extraños vayan por la vida dándome consejos sobre qué tengo que hacer. Ej: señora del automercado que me recomendó los Trident normales en vez de los white. Quién coño le preguntóoooo?

Cada vez uso más muletillas y menos palabras de alguien que lee como leo. No sé cómo se hace para evitarlo.

Es posible. Punto.

Siempre me ha parecido que los que usan muchos emoticons son gays, porque usar caritas para todo es sólo justificable cuando tienes quince y eres una tween estúpida con agenda Pascaulina.

Sigo escuchando Michael Jackson.

Odio no entender. Y ahorita, no entiendo nada.

Cuando me río demasiado I snort como los gallos en las pelis gringas. Que foso verdad? Dealbreaker right there.

Con el tiempo he logrado ser más concreta en mis conversaciones de MSN y no escribir cada cosa en una línea diferente. Es decir, "hola, cómo estás?" enter. No "hola" enter, "cómo estás?" enter.

Amo destruir Titanic la película.

Aquí están tus justifieds, ni me di cuenta de que no estaban. Lo siento.

La feminista acérrima que era nunca dejó que nadie le pagara nada. La feminista third wave que soy ahora entiende que if he wants to get some, he has to pay for it. Es decir, o me rascas o me compras zapatos, o me llevas a comer. Trueque le llaman.

Soy más cobarde de lo que admito.

Tengo más fuerza de voluntad de lo que pensé. Cuándo se acabará?