Lo que hay

En Nueva York soy talentosa y buena y confío en mí. En Caracas no. No sé por qué. Lo que sé es que regresé a mi vida normal y no me gusta. Sé que tengo que cambiar las cosas y que tengo que empezar por mí, sí. Lo sé. Yo sé. Yo me sé la teoría, es la práctica lo que me confunde. 

Nunca en mi vida me había sentido tan sola. Siempre me ha gustado ir sola al cine, por ejemplo, pero una cosa es ir sola al cine porque es chévere y otra es ir sola al cine porque no tienes con qué. Siento que nadie me ha retribuido ni me ha acompañado como lo he hecho yo cuando me ha tocado. Muchas de mis amigas están afuera. 

Estoy sola. Necesito un abrazo y no sé cómo pedirlo. No sé a quién pedírselo tampoco. Me da miedo ser débil y me da miedo que me digan que no quieren dármelo, porque si hay algo que es verdad es que a veces soy tan maldita que no me merezco ni un abrazo. Esa es la verdad. La verdad es que estoy sembrando lo que coseché. I wouldn´t want to hug me either. 

Regresé a este país y no quería regresar. No confío en mí, ni confío en nadie, ni me importa mucho tampoco. Nada me importa. Todo me da igual. Lo único que quiero es autoflagelarme aquí. No tengo derecho a quejarme porque la verdad es que I am lucky in every practical logical way, pero estoy batallando esta vaina (a mí, pues) solita y me tengo mucho miedo. Regresé a una familia donde siempre me he sentido por fuera, no hay espacio para mí en la dinámica familiar. Siempre he sentido que mis papás prefieren a mis hermanos y que no importa cuánto trate siempre me van a querer menos. Una mujer de 28 años no debería estar preocupándose porque su papi y su mami no le paren bola, vale. Regresé a un país donde la gente hace cola para robar y no entiende que está robando. O peor, lo entiende perfectamente pero igual lo hace. ¿Regresé para qué? Para ver la vida pasar y llorar desde este rincón. Regresé para vivir con miedo y con tristeza y para tratar de llenar el hueco y las carencias con actividades autodestructivas. 

Regresé para morirme por un cigarro y volver a comer chocolate como si el cacao se fuera a acabar porque no sé controlar mi ansiedad, porque ni para eso sirvo. No sirvo ni para ponerme frenos, ni para tener voluntad ni autocontrol. 

Tengo miedo de lo que me escucho decir a la gente que me rodea y de lo que me digo a mí. Ellos no tienen la culpa de que yo me odie y sea tan débil. Si supiera pedir ayuda, lo haría, pero me da miedo no recibirla. Entonces me quedo en el foso yo sola. 

O te reinventas o te resignas, reinis. Ve a ver cómo haces. Fueron veinte días de sentirme libre, buena y talentosa. Van cinco de saberme lo contrario. Tú sí eres bien pajúa de verdad, hay gente que no tiene comida. Todos los dramas del mundo no importan cuando sufres el tuyo. Los seres humanos somos egoístas. Decir que "los seres humanos son tal" es lo que dicen los seres humanos para justificar sus fallas. En mi caso, la egoísta soy yo, no seas irresponsable Nina y no le atribuyas tu egoísmo al resto de la humanidad, porque eso es de mediocres. 

De repente es que eres mediocre. De repente soy todas las cosas que odio y me reconozco en lo que critico y por eso me da tanta arrechera. Maybe you are not as talented, as smart, as focused, as responsible, as strong, as pretty, as funny, as sharp, as good as you thought you were. No, not "maybe." I am not any of those things and I never will be. 

I will never be enough.