El blog de Uva, de Nina, de La Rancel, de como sea que me digan ahora... Se vale todo menos mala redacción o errores de ortografía.
domingo, 31 de octubre de 2010
OPPD, Día 18
OPPD, Día 17
viernes, 29 de octubre de 2010
OPPD, Día 16
jueves, 28 de octubre de 2010
OPPD, Día 15
miércoles, 27 de octubre de 2010
OPPD, Día 14
martes, 26 de octubre de 2010
OPPD, Día 13
lunes, 25 de octubre de 2010
OPPD, Día 12
domingo, 24 de octubre de 2010
Confesión número 52 o OPPD, Día 11
Tengo miles de zapatos en cola por comprar pero tengo poco real y los libros me van a durar más.
He aprendido a ser paciente en esta relación, nunca había tenido eso.
No quiero dejar de hacer todo lo que estaba en mis planes porque conseguí lo que tengo ahorita. Y eso, no va a pasar.
Hoy ha sido un día perfecto. El mejor domingo que he tenido en años.
Soy muy cobarde para las cosas que verdaderamente importan.
Lo que soy no es culpa de mi mamá. Ella me enseñó todo lo que tenía que enseñarme y yo tomé las decisiones buenas y las malas solita.
El otro día escuché a Mauricio por fin soltar todas sus presiones y finalmente pude medio entender lo difícil que es para él que sus amiguitos están jodiendo y rumbeando y él tiene que jugar fútbol.
I am too young to be a stepmother. He dicho.
Tengo por lo menos un año sin ir a un concierto porque tengo otras prioridades económicas.
Lo que debería manejar como un adulto, lo manejo como una niñita. Y viceversa.
No puedo evitar pensar que quizás pude ser un mejor role model para mis hermanos y vivo con esa culpa todos los días de mi vida.
Cuando escucho Laura Pausini siempre me acuerdo de Flo.
Nunca nadie te ha querido como yo te quiero, aunque todo el mundo se burle de que soy una madrastra.
Hoy fui a comprar una película en La Guairita . Al lado del kiosko había uno de venta de perritosy vi a un Golden chiquitico que me partió el corazón porque tenía una cara de tristeza y desolación que nunca había visto. Ever.
Mi mejor virtud es la capacidad de burlarme de mí y de todas las cosas que me pasan.
Mi peor defecto es que cuando me pasa algo malo lo ignoro y lo evado hasta que se acumula y no puedo más.
Eso hace que explote en los lugares más nulos e incoherentes de Venezuela y termine haciendo un papelón.
sábado, 23 de octubre de 2010
OPPD, Día 10
Ayer fui a un casting. Toda emocionada porque había posteado aquí que estaba harta, que lo que necesitaba era una audición y que después yo me encargaría del resto. Estaba feliz porque una alta pana vio el post, leyó algo sobre una audición en Twitter y me copió la información. Sonreída y demasiado dispuesta a dar lo mejor de mí entré al teatro a las cuatro de la tarde.
Me audicionaron como siete chamos todos menores que yo, so far so good. “Puedo ganármelos con mi carisma y la simpatía que sólo aflora cuando quiero obtener algo,” pensé. Ellos eran el elenco ya escogido. No había cámara porque se había quedado sin pila y eso, claramente me hizo dudar un poco de la seriedad del proyecto.
Llené mi claqueta y puse mi sonrisa de segunda finalista para que me tomaran la foto. La foto me la tomaron con un Blackberry, acoto. Equis, esas cosas pasan, por lo menos los chamines son proactivos y saben resolver.
Me dan un guión demasiado profundo para que me lo aprendiera y pudiera hacer la escena. Utilizo ese adjetivo porque una de las líneas era: “o sea, prefieres que mande a pedir mi vestido de París o de China? No entiendo.” Dory conoce sus limitaciones: there is no way on hell I´m going to learn this ahorita. Saqué las acciones en mi cabeza, me aprendí la esencia de cada línea y dije que estaba lista.
Mi pareja arrancó… con una línea de otra escena, caletreada y sobreactuada. A mí no me hizo ni coquito: le seguí la corriente. El talento no es memorizártelo. El talento es saber reaccionar con verdad a lo que te pasa y lo que te dicen, me fui all in con él.
La que parecía ser la líder de la cosa paró la escena y le dijo al panita que eso no era lo que me habían dado, que era la escena del otro personaje. Cuando el niño por fin entendió que se había equivocado él, pues arrancamos finalmente. Carcajadas fueron y vinieron, caras de waoooodedondesalióestaniña aaaand… scene.
Todo fue improvisado, pero respeté el curso natural de la escena. El chamo estaba sorprendido y yo también. Al escritor de esa obra hay que mandarlo a matar, por cierto.
Segunda parte de la audición: cantar. Ya ahí empecé a asustarme, porque cantar no es mi fuerte, nunca lo ha sido. Escogí una canción fácil y me dejaron usar el Ipod de chuleta para no desafinar. Al ritmo de take me out tonight, una canción de Rent, maravillé a mi audiencia pero sobretodo a mí, pegué todas las notas y canté bastante bien para mis estándares. Tadah.
Viene la parte del baile. Al coreógrafo también hay que mandarlo a matar, pero primero tenemos que, en equipo, torturar a la que nos enseñó el baile enseñándole una y mil veces el pasito de Delfín.
Voy a resumir con que la coreografía era una pedazo de mierda, y que echa la loca le decía a la tipa: “esto es ocho (doblaba el codo) y esto es uno, (lo estiraba), no?” porque en serio no tenía ni idea de qué estaba haciendo. Cuando la hizo con nosotras estaba fuera de tiempo total pero eso no fue lo más grave.
“Ok. Ahora le van a dar solos con la música. Listos, 1, 2, 3 ya.” Cualquier persona que haya ido a una bailoterapia aunque sea sabe que en baile, eso es pecado capital. Se cuenta cinco, seis, siete, ocho. O cinco, seis, siete y… no unodostresya. Puta.
Salí arrecha, claramente y como no me quise quedar con esa pues dije lo que más me encabronó: “miren, muchachos, muy fina la intención pero tienen todas las cuentas del baile malas. Por eso no les da con la música. Arréglenlas para el grupo que viene, es injusto para las no bailarinas.” A ellas les dio un infarto de la rabia y a mí, me dio sed.
La moraleja de la historia es que si alguien los invita alguna vez a ver un musical llamado Promo VIP, no vayan.
OPPD, Día 9
Querida Shakira del pasado:
Te habla Andreína del futuro. Quiero que sepas que hasta Dónde están los ladrones, todo iba súper bien. Tu carrera empieza a agarrar vuelo y todas las que te hemos seguido desde el principio estamos súper contentas con tu pelo negro largo y liso, con tu guitarra y tus pies descalzos.
Te escribo esta carta porque no hay manera de que sepas el desastre en el que te convertirás más adelante. Por cierto, no compres mallas plateadas para prepararte para la moda del siglo que viene: todavía no ha habido un holocausto nuclear que nos obligue a forrarnos de aleaciones de telas sintéticas.
Los carros nada que vuelan y nadie ha descubierto la manera de cobrar un cheque sin tener que hacer la cola del banco.
Pero me desvíe. El principal problema del siglo XXI eres tú. Te repito, todo iba bien hasta Dónde están los ladrones. Confiábamos en ti y te admirábamos porque estabas empezando a cambiar la industria musical. No eras catira, no eras flaca tipo bombón y ahí estabas, llevándote Grammys y peleando por las causas sociales cercanas a tu corazón. Eras lo máximo, un ejemplo a seguir, eras profunda, bonita y simpática.
El problema empezó cuando decidiste cantar en inglés. Laundry Service no era una full on cagada, pero estaba súper cerca. Se salvaban cuatro o cinco canciones y tú te habías vendido. Te quitaste un poco de kilos, te pintaste el pelo de amarillo y con la misma, te soltaste el moño. Ahí estabas Shakira: la misma mujer que escribió Antología después escribió una canción titulada Poems to a horse. Don´t even get me started on the lyrics.
Ojalá eso hubiera servido para escarmentarte. Después fue decepción tras decepción. Inventaste una cosa llamada Shaketón, sí. Yo sé que es difícil de creerlo ahorita que tienes el pelo virgen todavía, pero créeme. Compusiste una canción súper pegajosa llamada La tortura con Aejandro Sanz e hiciste una versión que mezclaba tu música con ritmos de reggaeton: instant Shaketón. Tú lo inventaste, duélale a quien le duela. Se te ocurrió a ti. La misma caraja que escribió cosas geniales como “y a pesar de que dicen que los años son sabios todavía se siente el dolor” inventó el Shaketón.
Se pone peor: las dos canciones de los mundiales de 2006 y de 2010 son una mierda. Una es un plagio de unas trompetitas que ya sonaban en otras canciones mucho antes de que tú te quitaras los kilos y otra es sencillamente una mierda. Armónica y líricamente, una mierda.
Ahora andas cantando por ahí que eres una loba o una loca come tigre. No tengo palabras para expresarte lo decepcionadas que estamos de ti. Tú crees que te la estás comiendo y que estás siendo controversial y libre y auténtica y qué se yo. Yo, creo que le empezaste a parar más bola al dinero que te podría generar hacer música mala que esforzarte por ser auténtica y vender, claro, pero vender buena música y seguir siendo un ejemplo para las latinoamericanas en vez de un producto para las gringas. Sin bajar tus estándares y sin venderte.
Por todo lo que alguna vez te quise, te lo tenía que advertir.
PD: ahora eres una anoréxica de mierda. Más adelante inventan una cosa que se llama YouTube. Ahí sales en el video de la loca come tigre y te puedo contar las vértebras. Es verdaderamente desagradable.
jueves, 21 de octubre de 2010
OPPD, Día 8
Una razón más por la cual creo que Francisco Suniaga es el rock, pero escrito.
Mi poema favorito es A Margarita Debayle de Rubén Darío. Toda la vida lo ha sido y creo que es la piedra angular de mi obsesión con esa isla que amo tanto. Además, a mi obsesión contribuyeron mis papás, que nos llevaban de viaje a Margarita por lo menos dos veces al año.
De Margarita conozco casi todos los caminos, todas las playas, dónde comprar las mejores ostras, todos los puestos de empanadas de Conejeros, casi todos los locales y hasta varios mafiosos árabes con los que pasé unas vacaciones completas rumbeando. Ahora, con la malicia de la de 24 puedo entender lo que la nueva bachiller de 17 nunca entendió: de dónde salía tanta plata.
Después de cuidadosa reflexión, con toda la responsabilidad del mundo, tengo que decir que lo mejor de Margarita, es la pluma de Francisco Suniaga. Acabo de terminar de leer su libro Margarita Infanta, la Margarita de la infancia de Francisco (lo tuteo porque me sigue en Twitter) , la Margarita que ninguno de nosotros conoció. No porque fueran otros tiempos, si no porque era suya.
Cuando Parguito no estaba de moda, cuando no se mudaban 40 familias al mes, cuando no había cola, cuando Porlamar y La Asunción eran dos cosas diferentes y no había tantas calles que las unieran... El libro es sobre la isla de Margarita que siguió siendo pueblo mientras Caracas se convertía en ciudad.
El libro es básicamente una recopilación de cuentos que mezcla crónica, datos periodísticos, episodios que a juro tienen que ser verdaderos, anécdotas personales y memoria colectiva hiladas con la marca segura e inconfundible que es la pluma de Suniaga.
En la foto de la portada sale el autor con su hermanito. El primero, extrañado con cara de que no entiende un coño lo que está pasando. El segundo, con un dolor en la mirada tan puro que sólo los que recuerdan cómo duelen infinitamente las cosas cuando somos niños podrán identificar.
Esta foto de la portada está acompañada del que para mí fue el mejor cuento del libro. Voy a parafrasear, de antemano; perdón: a un vecinito de Francisco le habían traído unas botas de vaquero de EEUU, pero al pobre niño le quedaron pequeñas. La familia se las compra a Francisco para la foto y ante la insistencia del chiquito, tratan de conseguirles unas botas iguales por toda Margarita de finales de los 50. Obviamente, no las consiguieron y el pobre carricito tuvo que conformarse con unas negras con hebilla normales y corrientes que le disfrazaron de “botas de detective.”
Esta historia me pareció la mejor porque creo que Francisco Suniaga es el autor venezolano que mejor entiende y que mejor sabe contar lo jodido que es usar botas de detective cuando las que tú quieres son de vaquero.
Hace como un año yo escribí en este blog que los recuerdos más felices de mi infancia cabían todos en Playa El Agua. Hoy, puedo decir que las lecturas más sabrosas del último año de mi vida han salido, principalmente, de la pluma de Francisco Suniaga.
miércoles, 20 de octubre de 2010
OPPD, Día 7
Me había pasado que me sentaba con una idea genial en la cabeza y después de escribir 123 líneas lo borraba sin remordiendo de conciencia porque, bueno, lo que había escrito era un mierda.
Me había pasado que me sentaba con una historia supuestamente divertídisima en la cabeza y después de dos horas y media, seguía en las dos primeras palabras porque no sabía cómo ordenarlo o cómo hacerlo cómico por escrito.
Me había pasado que me sentaba en frente de la computadora y dejaba que las cosas fluyeran. Las palabras salían solas, sin pelear conmigo, sin dudarlo, sin editarlo y sin tener nada que arreglar. El post era perfecto y existía por sí solo en mi cabeza y como consecuencia de eso en la página.
Me había pasado que me sentaba en la computadora y dejaba las cosas fluir. Las lágrimas, la arrechera, la frustración y el alma se me iban ahí.
Me había pasado que necesitaba fumar para escribir, porque una se proyecta en las películas que ve. Y en las películas que una ve, los escritores atormentados siempre fuman. Desde Carrie Bradshaw hasta Truman Capote, todos fuman.
Alguna vez también me pasó que me sentaba con toda la disposición de escribir algo serio y terminé escribiendo un volumen nuevo de Dealbreakers. Más nunca recuperé esa idea que según yo, me iba a lanzar a la luz pública como una de las mentes políticas más brillantes de nuestros tiempos.
Otra vez me pasó que me senté borracha en casa de alguien a escribir un post y estaba tan drunk que se me olvidó darle a enter. En vez de pedir una servilleta o un post-it o algo, me senté a escribir lo que en ese momento era, para mí, la explicación a todos nuestros problemas de pareja. Viéndolo ahora en retrospectiva, mejor así. No estaba lista para manejar tanta fama.
Juro que era una epifanía sin comparación en este siglo.
El hecho es que no, nunca antes me había pasado que me diera flojera escribir, como ahorita.
martes, 19 de octubre de 2010
OPPD, Día 6
Una sabe que es la ganadora del concurso, cuando el novio de una es un mango y la novia del Anticristo tiene palmeras en las uñas. Para un matrimonio en la Monteverde. No para salir a El Cementerio a comprar blúmers, labiales, tres kilos de jamón de pavo o una plancha para el cabello. Para un matrimonio en la Monteverde. El concurso por cierto, es ése que siempre existe con un ex: ¿quién va a ser más miserable en su vida?
Si bien es cierto que yo nunca seré de la high hiiiiigh, porque por ahí pasé un fin de semana infame a los trece y los mandé a comer mierda a todos; yo nunca me pondría palmeras en las uñas. Ni me pintaría el borde de otro color, ni me pondría calcomanías de estrellas o una bandera de Venezuela. Porque yo amo y respeto a mi país sé que la bandera en las uñas, lo que se dice en las uñas, no va.
La noche era importante. Mi novio iba en calidad de Trophy Boyfriend. Una ex amiga mía iba a estar ahí y yo quería que supiera que yo sabía que se tuvo que inyectar botox semanas antes de cumplir 25 se lee VEINTICINCO para no salir horrenda en sus fotos de novia. Era obvio que sólo caminando agarrada de la mano con mi novio ella iba a saber todo eso que yo sabía. Duh. Y encima de todo eso va el Anticristo? Olvídate, mijo, usted se viste como yo le digo. I need to win.
Estuve media hora discutiendo con mi novio qué corbatas y qué flux no se podía poner. Ejemplo: el carajo tiene un flux que según él es arrechísimo. Yo emocionada porque voy a ser la Emperatriz de la noche y me manda la foto.
Él: es arrechísimo, mi vida, yonosequevaina, es demasiado fino.
Yo: uy, sí, finísimo, pero no te parece que te queda eeeeem grande? (Mentira, obviamente).
Él: sí, te parece? Pues a mí me parece que me queda del carajo. Te busco a las tal.
Yo: ok, fino, no lo iba a decir. Pero pareces un bisabuelo con esa vaina, pana. Así no vas conmigo para ninguna parte.
Eso fue suficiente para convencerlo, gracias al cielo.
Lo bueno es que no importa que yo sea loca, puta, chula, desconsiderada, egoísta, acabatrapos, drogadicta, maltratadora de menores y que nunca dé paso a peatones o viejitos: a mí nunca me vas a ver con manicure de palmeras en las uñas.
lunes, 18 de octubre de 2010
OPPD, Día 5
Esta entrada de mi pequeño proyecto está escrita con arrechera y muchas más lágrimas de lo que estaba planificado. Tenía demasiados meses que no escribía llorando. It´s just like old times.
Primero, estoy cansada de ser la entrevistadora y no la entrevistada. De pana. Yo quiero es ser actriz coño. No quiero ser Chica E!, no quiero ser animadora, no quiero ser moderadora, ni nada que no implique un teatro, unas luces, esperemos que poco maquillaje, unas acciones y un director.
Es que hay plataformas y todo es un medio para un fin y ahorita la cosa es exposure y yadah yadah yadah. Yo sé que la vaina no es una carrera de 100 mts. Planos es un maratón. Ma-ra-tón. Yo lo sé, lo asumí así hace mucho tiempo. Pero como este es mi puto blog y yo puedo decir lo que quiera pues les digo que hoy, 18 de octubre a las nueve de la noche estoy arrecha. Por qué? Porque yo soy impaciente que jode y aquí NUNCA me he quejado de que todavía mi carrera actoral no haya terminado de arrancar.
Don´t get me wrong. Amo la radio y todo lo que me ha dado, Lo que pasa es que estoy harta de pelar bola. No, no estoy harta. Podría seguir pelando bola por meses y meses y años y años más. La radio me ha dado tantas cosas, tantos amigos, tanta experiencia, tanto exposure, tantas posibilidades de practicar y generar reacciones verdaderas momento a momento que el problema no es con la radio. El problema es conmigo y la dirección que le he dado a mi carrera por eso de bueno, es exposure y ya alguien te oirá. Pero de pana, cuáles son las probabilidades de que Quentin Tarantino oiga Nos Vemos a la Salida y diga: uuuhh que bonita voz tiene vamos a llamarla para que protagonice Kill Bill 56? NINGUNA.
No quiero que la vaina sea una señal. No quiero y punto. No quiero hacer radio toda la vida porque la vaina implicaría que no fui lo suficientemente buena para ser actriz y que tuve que conformarme con hacer algo que me gusta en vez de hacer lo que me apasiona. Me da mucha rabia que haya gente mil veces menos talentosa allá afuera haciendo películas y sobreactuando en teatros.
Quizás por tener que echarle tanta bola a la radio para poder hacer cosas insignificantes como comer pues he perdido uno que otro casting de comerciales inútiles que no me aportan nada bueno como actriz.
Odio estarme quejando así, soy una rehuevona. Cómo coño yo no me entero de los castings que hacen los nuevos directores que sí confían en el talento de las actrices que viven vidas anónimas todavía? Eso es lo único que necesito. Enterarme del casting. Saber que I could have a fighting chance. Saber que por lo menos están dispuestos a verme la cara, coño.
Tengo un programa de televisión por Internet. Fino, genial, maravilloso porque no hay Ley Resorte. Divertido pero agotador. NO QUIERO ENTREVISTARTE NADAAAAA PAJUAAAAAA O PAJUOOOOOO. Quiero que alguien me de UNA oportunidad en una película o en un teatro. Me quejo porque nadie me lo da y soy tan indisciplinada que no me siento a escribir mi vaina yo, por pendeja. Porque es más fácil llorar enfrente de esta computadora para mandarlos a todos al carajo que organizar mi cabeza para decidir qué historia quiero contar. Escribir mi mierda, producir mi vaina y actuar yo. Soy una pajúa que no se sienta escribir porque tiene que mandar el brief de su programa para ver si algún día tiene los reales para fucking volver a estudiar aunque sea. COÑO DE LA MADRE.
No quiero perder la paciencia y tirar la toalla. Y eso no va a pasar anytime soon. Pero es agotador. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero estoy cansada. Estoy cansada y hoy me merezco mentarme la madre a mí, a ti, a ellos, a todos. Ya.
domingo, 17 de octubre de 2010
OPPD, Día 4
Eugenia mi amiga hizo su despedida ayer. Después de mucho jurarme que no iba a llorar, se me aguó el guarapo a última hora en el abrazo de la despedida.
La verdad es que no estaba llorando por ella, al fin y al cabo, ella se va a vivir en la ciudad que siempre quiso y sé que le va a ir del carajo. Estaba llorando por mí, por esta pajúa que se queda igual porque le está apostando todo a este país. El que no arriesga no gana, dicen por ahí, pero creo que aposté una cifra mayor a lo que estaba dentro de presupuesto para empezar.
Eugenia es la razón por la cual yo tengo un blog. Su Colección de Cachivaches fue el primer blog que visité y uno de los pocos que reviso con frecuencia todavía. Como cualquier persona puede tener un blog, pues … CUALQUIER “persona” puede tener un blog, hay muchas cosas allá afuera que no me gustan y punto y se acabó. No es el caso de Eugenia, ese blog ha funcionado sin disminuir su calidad (no así la frecuencia de publicación) por 4 años.
Eugenia fue la creadora de las dos palabras de los últimos años: Asúmete 2009 y Enfócate 2010. Lo más cómico de todo es que ella las inventó para ella y casualmente a todas nos sirvieron para darle sentido a nuestros años. La premisa de la palabra del año era que iba a guiar todas nuestras acciones del año. Todas nuestras metas iban a estar orientadas hacia reforzar y ejecutar la palabra del año, como una acción madre que regiría todos los aspectos de nuestra vida.
Eugenia es, probablemente, mi amiga con mejor sentido estético. No en vano quiere estudiar museología. Antes se iba un año, ahora se va dos. Lo único malo de que se vaya a Barcelona es que va a llegar inmamable si el Barça gana mil títulos de nuevo. Eugenia pinta, diseña y dibuja genial. Lo que empezó por ser un talento innato, Eugenia lo convirtió en una disciplina autodidacta y poco a poco decidió perfeccionar las técnicas agarrando clases, pero el mérito de haber arrancado sola es mil por ciento suyo. Eugenia es inteligente y simpática, jodedora cuando se puede y seria cuando se debe. There is not a doubt in my mind she´ll do juuuust fine.
Eugenia era mi última amiga en Caracas. Claro, tengo mi 2ndo anillo de seguridad, pero no es ni nunca será lo mismo. Siempre tendré a mis amigos, pero a veces una sólo quiere llamar para quejarte de que te vino la regla y quieres una fomentera caliente (por esto las amigas son un mal necesario aunque una sea medio tomboy como Estela del Llano). Siempre he sido de pocas amigas y hoy es muy duro saber que eso pasa factura: mientras más sean mayores son las probabilidades de que varias se queden aquí.
sábado, 16 de octubre de 2010
OPPD, Día 3
No tiene por qué serlo… de hecho, la estadística indica que casi nunca lo es. Lo que pasa es que cuando uno está así, uno no lo sabe. Uno no se da cuenta de que está perdiendo su tiempo durante todos los meses o años durante los cuales el tiempo hace su trabajo.
Tengo cuatro meses con mi novio. Me atreví a darle una oportunidad sincera a alguien y él se gana mi corazón todos los días. Mi cabeza trató de no caer, pero el que manda, porque tiene que mandar en estas cosas, decidió que enamorarse de nuevo era muy su peo y la mente no era si no un actor de reparto en esta vaina.
Confiar en él ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida. Incluso más difícil que desenredarme esta maraña de pelo la mañana después de hacerme un moño para ir a comer tequeños de Mar.
Tengo cuatro meses con mi novio, y ninguna de mis relaciones anteriores pasó de tres meses y medio de duración. Qué quiere decir esto? Que 3 meses y medio es mi límite de paciencia? Que tres meses y medio es lo que me tardo en darme cuenta de que no son good enough for me? Que tres meses y medio es lo que me tardo en autosabotearme? Que tres meses y medio es lo que se tardan ellos en descubrir que estoy más loca de lo que saben manejar? O, la alternativa que más miedo me da pero más sabroso se siente, que haber llegado a los cuatro meses significa que estoy verdaderamente enamorada?
Qué significa The One? Él no tiene un caballo blanco, de hecho tiene un carro normal y corriente que nunca mete en el taller. Él no tiene pinta de príncipe, lo contrario, me parece que se vería ridículo con una capa. Él no sabía que recordar no era un verbo reflexivo y por eso decía: “yo me recuerdo.” Ugh.
The One es un concepto que me parece una hija de putada. Si a ver vamos, una cree que el peor de ellos es The One y cuando tiene a un hombre con defectos, sí claro, pero en menor cantidad o grado de relevancia que los demás, una lo duda. Por qué coño tenía que Andreína Damaged Goods Rancel a ponerse a pensar en el futuro? Necesito volver a clases de actuación para tatuarme con sangre que hay que vivir la vaina momento a momento y el aquí y el ahora.
OPPD, Día 2
Hace un par de semanas me compré mi primer par de zapatos de jeva. Con ese término me refiero a los zapatos que ven ahí. Nunca me pareció que las ballerinas pudieran considerarse zapatos, porque no tienen tacón.
Yo usaba dos tipos de zapatos: de goma y de tacón. Tengo el mismo par de cholas para la playa y para la peluquería desde hace ocho años porque me desagrada una tira en los dedos, no me gusta ver los pies y el sonido del chanqueleteo me parece la cosa más horrible del mundo.
El problema empezó cuando mis zapatos de goma chiquitos, unos Aldo negros que usaba para ponerme con skinny jeans pidieron cacao por exceso de uso. Se descosieron por atrás y empezaron a salirles hilitos por todas partes. Eran mis zapatos de uso diario preferidos y estaban tan pero tan rotos que hasta a mí me daba paja salir así a la calle.
Cuánto costaban los tres o cuatro pares de zapaticos de goma que vi por ahí durante mi búsqueda? Ninguno bajaba de medio millón de bolívares. La radio no da plata y fue el último empujón que necesité aunque todo lo que soy y todas las fibras de mi cuerpo estuvieran en contra.
Los zapatos de goma de hacer ejercicio se ven horribles con skinny jeans y odiaba las cholas, por lo que tuve que escoger entre el lesser of two evils y comprarme estos de jeva.
El problema es que fue una paridera conseguirlos. Comprar un par de zapatos que no son tu estilo ya es un shock cultural lo suficientemente dark como para que encima los zapatos sean de colores de niña recién nacida, tengan flores, lazos, mariposas y unicornios. Después de tomar la dolorosa decisión de usar cosas que no se parecen a mí, it was open season.
La cacería empezó muchas semanas antes de lograr conseguirlos, hasta que un día insospechado tuve que ir al Millenium and I just got lucky. Entré a una tienda por no dejar, y porque en Aldo los flats costaban que si 450 lin, y los conseguí a 75 Bs. F. Una vez que estás ahí considerando hacer algo que verdaderamente no quieres no te queda si no aprovechar el impulso y comprártelos de dos colores. Así parezcas una jeva más.
miércoles, 13 de octubre de 2010
OPPD, Día 1
Una página al día es, quizás, todo lo que se necesita para ser escritor. Yo, Andreína Rancel, mayor de edad y de este domicilio me auto-reto a escribir una cuartilla al día por los siguientes 30 días. Algún día de repente escribiré el análisis filosófico y sociopolítico de la sociedad venezolana más importante de los últimos tiempos. Otros días serán 25 líneas de descripciones de objetos inútiles, quejas malbatidas y ocio en general.
Algunos días el alma y la vida estarán en la página. Otros días la rabia, otros el aburrimiento, otros la presión y alguno que otro día, esperemos sean menos, sencillamente no habrá nada más que palabras.
Por ahora no tengo la disciplina que requiere ser escritora. Me escudo bajo las siguientes excusas: 1. Tengo demasiadas ideas en la cabeza y no sé por dónde empezar. 2. No sé escribir cuando estoy contenta.
Ahora sé que estaba equivocada. Retomo el segundo propósito de mi blog: practicar. Algunas cosas serán una mierda porque no son más que un ejercicio de mi disciplina. Otras tendrán un kilo de pasión como me gusta, pero por ahora no me voy a dar mala vida. Como dije, es sólo un ejercicio. Es como the Julie/Julia Project Wannabe pero sin todo el trabajón de deshuesar un pato ni joderme las manos lavando quince mil cucharitas.
Me voy a dormir con una lista semidecente de cosas sobre las cuáles escribir por los siguientes 29 días. Ésta, obviamente, es la primera cuartilla. Malaza y todo, pero aquí está.